Líneas Quadratín
Amigous´n
Pudo haber llegado en el avión presidencial TP-01 (o en el que fue a Perú por Evo Morales) a la Base Andrews de la Fuerza Aérea de los Estados Unidos, reservada para jefes de Estado y de Gobierno en el mundo, pero prefirió comprar su boleto y aterrizar en un aeropuerto civil.
Pudo haberse hospedado en la Casa Blair (Blair House), la casa para huéspedes del presidente norteamericano, pero no.
Según el embajador en México, Christopher Landau, el conjunto habitacional (4 casas interconectadas, con más de 120 habitaciones) estaba en reparación.
El presidente Donald Trump ofreció al mexicano un hotel (Hampton Inn Washington, D.C./White House). No lo aceptó.
Harry S. Truman; Winston Churchill; la reina Isabel II y su hijo, el príncipe Felipe; el rey Hussein I de Jordania y a su esposa, la reina Noor; el rey Juan Carlos y la reina Sofía; el presidente de Francia, Emmanuel Macron y su esposa Brigitte Macron; George W. Bush; Carlos Salinas de Gortari, y Vicente Fox se han hospedado en el complejo.
La seguridad personal del presidente Trump llevó a Obrador a la embajada mexicana.
Se pudo haber reunido con el Primer Ministro canadiense, Justin Trudeau, pero no.
El segundo socio comercial de Mexico en el T MEC, motivo de la “cumbre”, no quiso viajar a Washington y por tanto, el encuentro se dio entre Donald Trump y a Andres Manuel Lopez Obrador.
Tambien pudo haber llegado a la Casa Blanca hasta en metro, bajándose en la parada Farragut West, pero no.
Queria pasar las noches en casa de sus amigos; no lo dejaron. El servicio secreto lo arropó en todo momento. Lo resguardo de reclamos y protestas.
Obrador depositó una ofrenda floral en el memorial a Abraham Lincoln y en el monumento a Benito Juárez.
Con Trump firmó un documento conjunto y, asistió a la cena que le ofreció la Casa Blanca.
La reunión de este miércoles tiene varias lecturas.
Antes de volar, Obrador se hizo la prueba COVID. Salio negativo. Durante el viaje se le vio con cubrebocas.
En ninguna ceremonia oficial volvió a usarlo.
A López lo acompañaron empresarios y miembros del gabinete. Su esposa, Beatriz Gutiérrez, no.
AMLO pudo haber conocido, en tour, la casa de los jefes de Estado/ The President s Guest House, pero no.
La única forma de dormir allí es por invitación del presidente estadounidense.
Casi 200 años de historia (1820-2020) se le fueron de las manos
Desde hoy despacha en Palacio Nacional, recordando, seguramente, sus dichos y hechos:
«Durante mi mandato, en vez de agravios hemos recibido comprensión y respeto. Algunos pensaban que nuestras diferencias ideológicas habrían de llevaros al enfrentamiento, afortunadamente ese mal augurio no se cumplió».
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