Un vecino distante, desconfiado y colérico nos vigila
En una “patada de ahogado”, Yasmín Esquivel, la plagiaria de tesis se
amparó contra el Comité de Ética de UNAM confiada, seguramente, en que
su vergonzoso caso sea enviado al archivo muerto de tan prestigiada
casa de estudio.
Ciertamente la jueza Sandra de Jesús Zúñiga otorgó una suspensión
provisional de amparo a quien está acostumbrada a las triquiñuelas,
por lo que no dudo que el tema vuelva a tocarse hasta dentro de un año
o más, digamos, cuando termine el primer sexenio guindado.
Lo anterior quiere decir que el comité de ética de la UNAM deberá
guardar silencio en torno al caso Esquivel, denunciado, en su momento,
por plagio de tesis.
“La medida cautelar que ahora se otorga, no suspende cualquier otro
acto diverso que no sea materia de la demanda de amparo…”
En otro tiempo Graue había reconocido que la máxima casa de estudios
no contempla sanción alguna contra la actual ministra.
Al cierre de esta entrega el Comité Universitario de Ética seguía en
sesión permanente, solo que amordazado.
En el inter, la ministra Esquivel presentó sus alegatos a través de
interpósita persona, pero también se sacó de la manga el amparo
provisional.
Para Graue, la autonomía de la Universidad significa ejercer
plenamente la libertad de expresión; una jueza lo calla.
Como dijera el presidente Andrés Manuel López Obrador, lo dicho por el
rector acerca del caso Yasmin Esquivel no pasa de ser “puro choro
mareador” (sin “d”).
“Está bien que informe, nada más que no hay nada concreto. Todo fue,
como dirían los filósofos, puro choro mareador porque no hay nada
concreto. ¿Condenar el plagio? Todo el mundo lo condena. Pero aquí es
¿hubo plagio o no hubo plagio?
Si en algún momento la UNAM dijera que hubo plagio, la señora Esquivel
habría destruido a su asesora de tesis y dañado severamente la imagen
de la más importante casa de estudio en nuestro país.
Que el rector diga: la señora plagió.
A mediados de enero, el senador Germán Martínez Cázares fue a la
Cámara de Diputados para pedir juicio político contra la ministra
Esquivel. Su petición no prosperó debido a que el partido moreno es
mayoría.
“Yo someto a juicio a Yasmín Esquivel, no la estoy condenando, ni
siquiera voy a votar. Yo quiero que se someta a juicio. El asunto del
corazón de este tema es que está dañando al desempeño del Poder
Judicial”.
En vía de mientras, la ministra presidenta de la Corte, Norma Lucía
Piña desestimó la posibilidad de pedir la renuncia a la plagiaria como
lo solicitaron juristas asociados.
En suma, ni el comité de honor de la Facultad de Estudios Superiores
(FES) Aragón, ni el Comité Universitario de Ética quitarán el título
de licenciada en derecho a la plagiaria; tampoco le harán
extrañamiento público, mucho menos la tocarán con ningún pétalo de
ninguna rosa.
El rector Graue sabe “muy bien” que su prestigio personal, pero sobre
todo el de la UNAM “está en entredicho”.
Alla él.
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