Un vecino distante, desconfiado y colérico nos vigila
Sin escuchar a quienes le piden que renuncie tras perder 11 de 14
gubernaturas, Alejandro Moreno, “Alito”, “amlito”, “malito” sacó de la
dirigencia del PRI a políticos mexiquenses donde habrá comicios el año
entrante y utilizó, como caparazón, a derrotados candidatos o
gobernantes perdedores.
El controvertido dirigente pintó su raya frente a Claudia Ruiz
Massieu, Carolina Monroy del Mazo, Manlio Fabio Beltrones, César
Camacho Quiroz, Pedro Joaquín Coldwell, Beatriz Paredes, Humberto
Roque Villanueva, Miguel Ángel Osorio Chong, Roberto Madrazo y Dulce
María Sauri entre otros, de aquí al 19 de agosto de 2023.
“Amlito” Moreno podría perder las gubernaturas en los estados de
México y Coahuila y sin duda, tampoco alcanzaría la presidencia de la
República en 2024.
Bien clara fue la advertencia:
“Aún es tiempo de reposicionarnos para participar con activos
suficientes, en alianza o coalición con otras fuerzas políticas…”
Al contrario, cederá lo que más pueda a cambio de que la gobernadora
de Campeche no difunda sus groseras conversaciones; de que el “señor
justicia” modere sus emociones o no le doble tanto las manos y de que
el pejedente le permita vivir en paz.
Sin autoridad moral para sacar al PRI del problema en que se
encuentra, el antiguo regidor y ex contratista de Pemex en Campeche ha
sido acusado de todo ante los organismos protectores de derechos
humanos y la autoridad judicial.
Seguramente la crisis por la que atraviesa el partido de “Alito”
despejería el camino al partido del presidente en ambas entidades.
Ya sabemos.
A Alejandro Moreno le incomoda la sombra de Enrique Peña Nieto.
Alejandra del Moral, impulsada por el gobernador Alfredo del Mazo, que
no ve con simpatía a la alianza PAN-PRI-PRD difícilmente se alzaría
con la victoria sin el apoyo de panistas, perredistas y hasta
emecistas.
Ana Lilia Herrera, del grupo encabezado por Arturo Montiel avala una
candidatura en alianza o coalición.
Así las cosas, la entidad más poblada del país, la de los 12 millones
de votos quedaría en manos del ex alcalde de Huixquilucan y líder de
los diputados de Acción Nacional, Enrique Vargas o de algún texcocano
guindado (Higinio o “la maestra”).
Alito, amlito, malito rompió con todos los gobernadores de su partido,
con ex dirigentes y, sin duda, con el poderoso grupo Atlacomulco.
En años recientes el PRI perdió 19 gubernaturas, 11 de ellas
precisamente con Moreno (Colima, Campeche, Baja California Sur,
Zacatecas, Tlaxcala, Sonora, Sinaloa, San Luis Potosí, Oaxaca e
Hidalgo).
Si acaso es gobierno en los estados de México, Coahuila y Durango…
Hablamos de un dirigente carente de estatura moral para permanecer al
frente de ninguna organización política.
Tal vez por ello y en busca de protección, mejor se blindó.
Al cierre de esta entrega circulaba en redes un nuevo audio con las
groserías que el campechano acostumbra contra periodistas mexicanos.
Con su pan se lo coma.
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