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CIUDAD DE MÉXICO, 19 de noviembre de 2019.— El gobernador de Querétaro, Francisco Domínguez es un conservador para el presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador.
Si bien defendió el derecho que tiene el mandatario queretano de no acatar las recomendaciones que realice a su administración la presidenta de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH), Rosario Piedra Ibarra tras una polémica elección en el Senado, calificó de decisiones emanadas desde el conservadurismo.
Este lunes, Francisco Domínguez aseguró que los 10 gobiernos estatales surgidos del Partido Acción Nacional (PAN) están en el mismo tenor de rechazo a la Ombudsperson, que figura por el activismo sobre desaparición forzada con la asociación ¡Eureka! “¿A quién puede no gustarle que las víctimas o familiares de las víctimas se encarguen de los derechos humanos?”, cuestionó el presidente López Obrador la mañana de este martes, en la conferencia de Palacio Nacional.
“Después que ese organismo se ha dedicado a simular, que ha sido un parapeto, que ha estado sometido al Estado en las épocas de mayor violación de los derechos humanos”, arremetió como lo ha hecho en otras oportunidades.
El Jefe del Ejecutivo apuntó que su principio es gobernar para todos, sin imponer su administración con prohibiciones.
“¿Cómo cambiamos una mentalidad conservadora?, No es fácil, siempre he dicho que el conservadurismo ha estado hasta en los momentos de mayor auge liberal después del triunfo de la República”, relató.
“Que bueno que exista el movimiento conservador, pero es natural del PAN que no acepte, eso depende de cada quien, no hay que limitar a nadie que todo mundo se exprese, tener confianza nada más en los ciudadanos y que todo mundo se haga responsable de sus actos, pero no limitar el derecho de manifestación, como se decía en el 68 en Francia ‘prohibido prohibir’, pero entender cómo son las cosas”, agregó.
Matizó que no se refiere personalmente al gobernador de Querétaro, sin embargo, insistió en que los conservadores toman una postura de revancha, ante la toma de los organismos públicos por parte de gente surgida de luchas sociales.
“El que esté una hija de Doña Rosario en la CNDH, les molesta pero se me hace un exceso, es un acto de intolerancia, de falta de respeto, porque detrás de esa postura, no estoy hablando del gobernador sino de esa corriente del pensamiento, está una actitud revanchista, ahora los humillados, los vencidos, los sometidos van a formar parte del gobierno, pues así es”, dijo.
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