Itinerario Político
YORO, Honduras, 23 de julio 2017.- No hay mucho que celebrar en Centro Poblado La Unión, una pequeña comunidad en la periferia del departamento de Yoro, una ciudad agrícola en el centro norte de Honduras.
La pobreza es generalizada, los empleos son escasos, familias numerosas viven apretadas en casas de adobe y los alimentos a menudo se componen de los granos de autoconsumo cultivados por los habitantes —principalmente, maíz y frijoles—.
Sin embargo, de vez en cuando algo sorprendente sucede, algo que hace sentir muy especiales a los pobladores de La Unión, destaca NYT.
Los cielos, como ellos dicen, hacen llover peces.
Sucede cada año —por lo menos una vez y, generalmente, en más ocasiones, indican los habitantes— durante el final de la primavera y el principio del verano. Y solo bajo condiciones específicas: una lluvia torrencial, relámpagos y truenos —es decir, una situación en la que nadie se atrevería a salir a la calle—.
Cuando la tormenta termina, los pobladores agarran cubetas y canastas y se dirigen a un camino en una barranca donde la tierra estará cubierta de cientos de pequeños peces plateados.
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