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CIUDAD DE MÉXICO, 8 de febrero de 2019.- Por los casi 312 kilómetros de longitud del poliducto Tuxpan-Azcapotzalco fluyen diariamente 170 mil barriles de combustible, lo cual convierte a esta vía de distribución de energéticos en una de las más vulnerables de Pemex para el robo de hidrocarburos, tan sólo en enero pasado, en el transcurso de una semana, fue saboteada en al menos cinco veces esta red; la intención fue evitar y retrasar el abasto de gasolinas a la Ciudad México y la parte de la zona metropolitana.
Desde enero el poliducto es vigilado las 24 horas por personal de la Secretaría de Marina (Semar), quienes por aire y tierra despliegan un operativo para impedir el robo de combustible, además de custodiar a técnicos de Pemex al momento de realizar trabajos de mantenimiento o reparación de las tuberías dañadas por la acción de grupos delincuenciales.
A lo largo del día y la noche, desde el Centro de Estudios Superiores Navales en la Ciudad de México, sin precisar un horario como parte de la estrategia de vigilancia, despegan helicópteros Mi-17 y Black Hawk –este último equipado para maniobras nocturnas– para realizar recorridos de hasta cuatro horas en busca de vehículos o personas que presumiblemente pudieran estar robado combustible o detectar puntos en los cuales se registran fugas o tomas clandestinas a lo largo del poliducto.
Quadratín México acompañó a la tripulación de la Marina en un recorrido por 90 millas náuticas, sobrevolando las poblaciones de mexiquenses de Ecatepec, Otumba y Acolman; la demarcación hidalguense de Ciudad Sahagún y Coatepec en Veracruz.
El protocolo de revisión desde el aire inició en la Terminal de Almacenamiento y Distribución de Azcapotzalco, posteriormente a mil 500 pies del altura el Mi-17 de la Marina se desplazó por la ruta del poliducto, ya que de acuerdo a la estrategia de Paz y Seguridad del Gobierno federal, con los sobrevuelos y la presencia de las Fuerzas Federales en zonas del llamado huachicol se busca disuadir la operación de bandas delictivas.
En distintos puntos del ducto se observó a la brigadas de Pemex realizando maniobras, siempre resguardados por marinos, militares o agentes de la Policía Federal (PF), quienes tienen la instrucción de proteger de cualquier agresión al personal de la paraestatal.
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