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MÉXICO, 26 de octubre del 2016.- Uno de los capitanes en jefe de la artillería de López Obrador en medios y redes sociales, su vocero César Yáñez, está en problemas. Tráfico de influencias y extorsión, ni más ni menos.
Su novia Dulce María Silva Hernández cayó presa por aportar 30 millones de pesos de procedencia ilícita a una sociedad fraudulenta en Puebla, y Yáñez habló con altos funcionarios de la administración de Rafal Moreno Valle para liberarla.
Su primer movimiento es comprensible: reaccionó de manera natural para proteger a su novia.
Pero lo que siguió después es otra cosa. Y se llama chantaje.
Un abogado cercano al vocero de AMLO, Carlos Meza Viveros, habló con los equipos del secretario de Gobierno de Puebla, Diódoro Carrasco, y del Fiscal del Estado, Víctor Carrancá, para negociar la liberación de la dama a cambio de protección política para el gobernador Moreno Valle.
Luego le reportó a Yáñez y para su desgracia –y la de López Obrador-, la conversación entre el abogado Meza y el vocero Yáñez fue hecha pública –junto con otros audios comprometedores- por El Universal este martes.
El acuerdo propuesto por Morena al gobierno poblano era que liberaran a Dulce María Silva a cambio de que López Obrador “deje de estar puteando” al mandatario panista.
Se trata de “un cambio de fichas poca madre”, le dijo el abogado a Yáñez, quien asintió.
Soltar a la novia (una ficha), a cambio de (otra ficha) no atacar al gobernador.
Y le sugirió darle las gracias a AMLO, pues quien habló con la autoridades poblanas lo hizo con la venia de López Obrador.
Yáñez le informa que ya lo hizo: “hasta me regañó (AMLO) porque no le había dicho yo antes”.
Liberación de la novia del vocero de AMLO, acusada de poner una millonada en operaciones fraudulentas, a cambio que éste ya no golpee al gobernador del Estado, el panista Moreno Valle.
Cuando se dieron a conocer las grabaciones, Yáñez dijo que no había tráfico de influencias porque su novia no había sido liberada.
Falso. Sí hubo tráfico de influencias, aunque no le resultó.
Y hubo extorsión. Te dejo de golpear a cambio de que liberes a la mujer del vocero, es el mensaje que transmitieron los personeros de AMLO a los funcionarios poblanos.
Que no les hayan hecho caso es otra historia. Pero lo intentaron.
Ahí están, in fraganti, pillados en plena labor de chantaje e influyentismo. En arreglos con “los de arriba”.
¿No que ellos no? ¿No que son puros, diferentes y honestos?
Fariseos, se llamaban.