Resalta The New York Times asesinatos de estadounidenses en Michoacán
ESTADOS UNIDOS, 24 de julio 2019.- Durante dos semanas, la gente había estado observando los movimientos de la misteriosa camioneta. Una Ford F-150 blanca, rondaba las calles de Hermitage, un vecindario ubicado a las afueras de Nashville, Tennessee.
Varios habitantes informaron que no lo habían dado demasiada importancia, hasta la madrugada del lunes, cuando la camioneta encendió sus luces rojas y azules para detener a su vecino al momento que salía de su casa con su hijo de 12 años.
Dentro de la camioneta había dos agentes de Inmigración y Control de Aduanas (ICE), quienes habían estado esperando mientras salía el sol. Tenían una orden administrativa que les otorgaba permiso para detener al padre, quien, según los informes había vivido en la comunidad durante 14 años. Pero las cosas no salieron según lo planeado. Horas más tarde, los agentes se fueron con las manos vacías, después de que los vecinos unieron fuerzas para bloquear el arresto del hombre.
Desde el año pasado, los defensores de los derechos de los inmigrantes han estado utilizando tácticas cada vez más audaces para tratar de evitar que ICE detenga y deporte a inmigrantes indocumentados. En medio de las amenazas del presidente Trump a las redadas en gran escala, los activistas también han estado capacitando a las personas sobre sus derechos.
Los miembros de la comunidad en Nashville, también estaban preparados. Cuando llegó un reportero de Nashville al lugar de los hechos, se escuchó a un vecino que observaba: “Vinieron a la comunidad equivocada en el momento equivocado”.
Se corrió la voz por el vecindario a medida que más personas salían para ver qué estaba pasando. Pronto, miembros de grupos defensores de los derechos de los inmigrantes fueron alertados, y la cochera de la vivienda se llenó de gente. Las personas instaron al padre y a su hijo a permanecer en su automóvil, y comenzaron a transmitir en vivo el incidente.
Las horas pasaron a medida que la temperatura en Nashville subía a casi 90 grados Fahrenheit. Los vecinos se aseguraron de que el padre y el hijo tuvieran trapos húmedos para mantenerlos frescos. Les llevaron sándwiches y llenaron su tanque de gasolina para que pudieran mantener el aire acondicionado encendido.
Mientras tanto, los oficiales de ICE intentaron convencer al padre y a su hijo de que salieran de la camioneta, diciéndoles que tendrían que salir eventualmente, según dijeron testigos al Tennessean.
Nada obligaba al padre a salir de su auto. Daniel Ayoade Yoon, un abogado que no representa a la familia pero que acudió a la vivienda después de enterarse del enfrentamiento, dijo al Nashville Scene que los agentes habían llegado sin una orden firmada por un juez.