Fifaliana apoya a misión que sana a mujeres sin acceso a salud en África
QUERÉTARO, Qro., 3 de julio de 2016.-Las distintas razones de los británicos para abandonar la UE iban desde el descontento con la burocracia de Bruselas y la hostilidad hacia la política por el miedo a la inmigración. Pero en términos económicos, el brexit marcó la primera retirada tangible de la globalización desde la II Guerra Mundial informa Dw.
“Por primera vez, una gran economía está diciendo que quiere hacer las cosas por sí misma y tomar sus propias decisiones”, explica Homi Kharas, director del programa de Desarrollo y Economía Global en el think tank estadounidense Brooking. “Y eso fue un shock para el sistema”, añade.
Durante 70 años, la globalización se promovió como la respuesta a los problemas del mundo. El comercio internacional, los flujos de capital y la circulación de personas fueron en constante aumento. Había un consenso de que la globalización era buena para todos, para ricos y pobres. Y así lo demostraban numerosos estudios y las clases medias en alza de China o la India. Europa, con su mercado único y la libre circulación de personas, era un ejemplo brillante de esta tendencia, apunta Kharas.
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