Muere Quincy Jones, productor de éxitos de Michael Jackson y Sinatra
LANDA DE MATAMOROS, Qro., 7 de julio de 2018.- José Hernández, de Santa María Magdalena, en la capital del estado, comienza su camino hacia la Basílica de Guadalupe. Con él, alrededor de tres mil hombres inician la peregrinación hacia el Tepeyac, un día después de que lo hicieran las mujeres.
José dice que vienen, él y otros devotos, desde Santa María a Neblinas, en Landa de Matamoros, para iniciar la peregrinación desde este punto de la Sierra Gorda queretana, muy cerca de los estados de Hidalgo y San Luis Potosí.
La mañana soleada despide a los peregrinos. Dejan esta comunidad dedicada a la siembra del café para caminar casi 450 kilómetros, para dar gracias a la Guadalupana en su santuario, en el cerro del Tepeyac.
José señala que desde la Sierra ya son tres años que peregrina, pero desde la ciudad de Querétaro ya son 32. Dice que comenzó a caminar “para darle gracias a la madre de Dios, por tantos favores que nos da a lo largo del año, para que interceda por nosotros ante su santísimo hijo”.
Indica que es trabajador por cuenta propia por lo que no necesita pedirle permiso al patrón para faltar dos semanas (ríe).
Agrega que para el peregrinar primero se prepara espiritualmente en su parroquia. Físicamente, salió a caminar. Económicamente, tuvo que trabajar un poco más para dejarle dinero a la familia.
A José lo acompaña su hijo de 12 años, de nombre Emiliano, quien por primera ocasión peregrina. Al menor no le importó perderse su graduación de la primaria, pues quería acompañar a su padre al Tepeyac.
Los hombres, mientras avanzan por el camino de terracería que los saca de Neblinas, cantan y rezan. Al igual que a las mujeres el viernes, los acompaña el obispo de la Diócesis de Querétaro, Faustino Armendáriz Jiménez.
Caminan animados, movidos por la devoción a la guadalupana. Vendrán días de mucho cansancio, pero la fe es capaz de mover montañas, o de subir las que conforman la Sierra Gorda queretana.