Para Contar
Lo han anunciado las autoridades educativas en México. El consenso, después de varias reuniones extraordinarias del CONAEDU, realizadas por videoconferencia, es apuntalar el Programa “Aprende en Casa”. Buscando generar condiciones para que llegue a todo el país, el programa tiene como eje central el uso de los libros de texto gratuito, que ya están en manos de los estudiantes, y reforzarlos a través de un acompañamiento, principalmente, por televisión, considerando que ésta llega al 92% de los hogares en México.
De lunes a viernes, en horarios definidos por la SEP, se transmitirá en dos canales de televisión pública (canal once e ingenio televisión) programación en la que se impartirán lecciones referidas a los contenidos del libro de texto gratuito. Al término de cada lección, se harán preguntas o dejarán actividades sencillas, con las que el alumno reforzará sus aprendizajes.
El llamado es a que cada alumno compile esas tareas, junto con otras actividades realizadas durante este periodo, en un folder o carpeta de experiencias. Puede tomar de su casa cualquier folder o envoltorio donde resguardar sus tareas. Al final de la contingencia, los alumnos entregarán al docente sus carpetas para valorar los avances en sus aprendizajes.
Para quienes dispongan de conectividad, la Federación y los estados han construido diversas plataformas en línea. En todas las entidades, se pondrán a disposición de docentes y alumnos las herramientas educativas de Google, a través de las cuales podrán crear salones de clases virtuales.
Cada entidad ha construido, además, plataformas propias. Michoacán, por ejemplo, ofrece el micrositio https://aulas.see.gob.mx/ donde se pueden encontrar ejercicios y materiales complementarios alineados al programa “Aprende en casa”, así como , herramientas de capacitación para docentes, video tutoriales, juegos para realizar en casa, rutinas de activación física, información para niños sobre el COVID y un podcast educativo.
Para las comunidades más apartadas, sin acceso a internet y con dificultades para acceder a todos los canales de televisión, atendidas principalmente por CONAFE, se entregarán cuadernillos para guiar el aprendizaje desde casa. Se impulsará también a través de la radio, clases dirigidas a los pueblos indígenas, emitidas en sus lenguas.
Sobre el entendido de que este proceso puede ayudar, pero jamás sustituir la labor y el acompañamiento del docente, se construirán a nivel nacional esquemas de cursos remediales para los alumnos al regreso a clases.
El coronavirus nos tomó a todos por sorpresa. El sector educativo no ha sido la excepción. Con las clases suspendidas prácticamente en todo el mundo, desde los países mejor equipados y comunicados hasta los que enfrentamos retos mayores, nos encontramos de un momento a otro, con los alumnos fuera de las aulas y la imperiosa necesidad de mantener activo el sistema educativo.
Hasta la fecha, las contingencias que habían obligado a suspender clases por distintos tipos de desastres, habían estado focalizadas y limitadas a periodos más cortos y grupos poblacionales más reducidos. Aquellas contingencias, en México y el mundo, pudieron ser llamados a construir modelos versátiles de educación, que nos permitieran mantener el servicio a pesar de las emergencias. Sin embargo, sólo un reto del tamaño del que ahora todos enfrentamos, nos ha obligado a ser más creativos que nunca y a construir juntos soluciones que nos ayuden a mantener la mayor normalidad posible en nuestras vidas. A partir de ahora debemos robustecer estas soluciones a fin de que sean viables y sólidas a largo plazo.
Es importante reconocer que la contingencia nos superó. Lo que se está haciendo, en muchos sectores, es lo mejor que se puede hacer con las herramientas que se tienen. Lo único que no podemos permitirnos, es permanecer pasivos o mirar hacia otro lado. Sin duda ahora, para el sector educativo, la clave está en las maestras y maestros. Su relevancia, se vuelve ahora más notoria. Lo reconocen las autoridades, la sociedad y los propios padres y madres de familia: La labor y presencia del docente en el proceso de enseñanza-aprendizaje es insustituible e indispensable. Lo que muchos de ellos están emprendiendo para mantener comunicación con sus alumnos puede y va a hacer la diferencia. Pero sobre eso abundaré en próxima colaboración.