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CIUDAD DE MÉXICO, 31 de octubre de 2018.- La Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) alerta por el continuo crecimiento de las zonas urbanas en el país en forma dispersa, desconexa y expansiva, que ha ocasionado la fragmentación del espacio urbano y aumentado las distancias y tiempos de traslado, lo cual evidencia que el modelo de movilidad que ha acompañado este proceso de crecimiento es claramente insostenible.
La urbanización es un proceso tendencial e irreversible que produce muchos y graves efectos ambientales, económicos y sociales. Según lo que indica un comunicado de la Comisión Nacional, si bien se advierte una fuerte inversión en el desarrollo de complejos residenciales de interés social, en muchas ocasiones éstos no atienden las necesidades de la población, toda vez que se encuentran alejados de los centros de trabajo o bien en situación de abandono, lo que se traduce en falta de aprovechamiento de los recursos destinados a las políticas de desarrollo de vivienda, sin que se garantice el derecho humano a una vivienda digna.
De acuerdo con cifras oficiales, el 77 por ciento de la población de nuestro país radica en 383 ciudades cuya importancia es creciente, ya que el 90 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) nacional se produce en ellas y corresponde al 70 por ciento de las mismas. Asimismo, en materia de medio ambiente y cambio climático, se observa un reducido número de municipios que cuentan con programas de acción climática y ordenamiento ecológico, lo que dificulta la adecuada provisión y saneamiento del agua, drenaje y alcantarillado, la recolección y disposición de residuos sólidos, el ordenamiento ecológico, la protección civil y los cambios de uso de suelo.
En ocasión del Día Mundial de las Ciudades –31 de octubre—, la CNDH demanda incentivar el uso eficiente de los recursos a través de presupuestos públicos diseñados con perspectiva de derechos humanos, para apoyar los vínculos económicos, sociales y ambientales positivos entre las zonas urbanas, periurbanas y rurales mediante el fortalecimiento de la planificación del desarrollo nacional y regional, así como mitigar el cambio climático y la adaptación a él y la resiliencia ante los desastres, además de poner en práctica las gestión integral de los riesgos de desastre en todos los niveles.
Por lo anterior, este Organismo Autónomo llama a la acción para que autoridades, organismos públicos y privados, así como organizaciones de la sociedad civil, busquen las mejores condiciones de vida para las personas, y pongan especial énfasis en aquéllas que se encuentran en situación de vulnerabilidad, sin dejar a nadie atrás, de acuerdo con el Objetivo 11 de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible.
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