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QUERÉTARO, Qro., 13 de noviembre de 2024.- A pocos días del Buen Fin, el evento anual de descuentos más esperado en México, una encuesta de la consultora Appinio revela que el 90% de los mexicanos planea realizar alguna compra durante esta temporada. Sin embargo, un 23% de ellos sospecha que ciertos comercios inflan los precios antes del evento.
Según el estudio, los consumidores mexicanos están cada vez más estratégicos y organizados en sus compras. El 41% de los encuestados afirmó que ya tiene decidido qué productos quiere adquirir, lo cual refleja una actitud menos impulsiva y más planificada, con un enfoque en optimizar el gasto.
Livia Mirón, Directora General de Appinio en Latinoamérica, comentó que “El Buen Fin ha evolucionado, dejando de ser solo un evento de descuentos para convertirse en un reflejo de un consumidor más consciente y exigente”. Las empresas han tenido que adaptarse, mostrando mayor transparencia y ajustando sus estrategias a las nuevas expectativas del mercado.
La tecnología es la categoría más buscada, con el 73% de los encuestados interesados en productos electrónicos. Le siguen la moda, con un 60%, y los cosméticos y productos de cuidado personal, con un 40%. Estas elecciones subrayan el interés de los consumidores por productos funcionales y que contribuyan a su bienestar.
Aunque el comercio digital ha crecido, el 74% de los consumidores mexicanos prefiere las tiendas físicas para experimentar la compra en persona. Aun así, el 51% también planea comprar en sitios web, y un 41% utilizará aplicaciones móviles, lo que indica que están combinando conveniencia digital con experiencias presenciales.
El Buen Fin sigue siendo muy valorado en México, con un 26% de los consumidores considerando sus descuentos más atractivos que los de Black Friday o Cyber Monday. Este lazo emocional con el evento muestra que muchos encuentran en él ofertas más significativas y ajustadas a sus necesidades.
Entre los principales motivos de compra, el precio se sitúa en primer lugar para el 65% de los encuestados, seguido por la calidad del producto (19%) y la facilidad de compra (11%). Esta jerarquía revela el interés de los consumidores por equilibrar ahorro y calidad en sus adquisiciones, optando por productos que cumplan con sus expectativas.