Apuesta Querétaro al deporte con la entrega de 1,270 uniformes
Una mística rodeaba Minneapolis para redituar la edición 39 del Superbowl celebrada el 6 de febrero del 2005 con sede en el ALLTEL Stadium de Jacksonville; aquella ocasión los Patriotas se impusieron 24 – 21 consagrándose como bicampeones levantando su segundo campeonato tras haberse coronado el año anterior contra la Panteras de North Carolina.
El encuentro se vio marcado por las facilidades defensivas que se cedieron durante la primera mitad, la desaparición de Rob Gronkowski que en los primeros dos cuartos donde solo recibió para 9 yardas. Destacable lo de Tom Brady, pero hoy en día, ¿Qué no es destacable en Tom Brady?¿Que nos puede parecer ya, a este punto, sobresaliente en sus actuaciones? Una ñeyenda del emparrillado ciertamente, fijo en su juego, Tom Brady no juega al ritmo del marcador, el impone el ritmo en el marcador. Viene de abajo y se carga al hombro a un equipo que a veces puede parecer deslucido proponiendo un juego de más de 1000 yardas y saliendo con la mano en alto en cifras de 405 yardas y 3 pases de anotación.
Claro está que no podemos dejar afuera al novato Nick Foles quien con 373 yardas pudo conectar una gran ofensiva con sus receptores Nelson Agholor y Torrey Smith para llevar a los de Philadelphia directo a la gloria; no basto así el regreso de Rob Gronkowski quien pese a no tener una primera mitad muy provechosa pudo enchufarse y superar las 100 yardas en lo que fue el Superbowl con más yardaje de la historia.
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