Rechaza INM engaño a migrantes
CIUDAD DE MÉXICO, 21 de mayo de 2020.- En una histórica sesión a distancia, la Comisión Permanente del Congreso de la Unión discutió en su apartado de Agenda Política el operativo denominado Rápido y Furioso, cuyo escándalo estalló en 2011 por la introducción ilegal de dos mil 500 armas a territorio nacional.
Hace una década, el escándalo estalló en diciembre de 2010 por la muerte del agente Bryan Terry, con un arma proveniente de Estados Unidos. Y antes que cualquier otro tema de emergencia, como la crisis de salud y económica provocada por el virus Covid 19, de conformidad con el acuerdo aprobado en la Mesa Directiva, a la nota diplomática sobre el fallido operativo, inscrito por el grupo parlamentario de Morena, se le dio prioridad en la discusión de este miércoles.
En nombre del PAN y PRI, las senadores Xóchitl Gálvez y Claudia Ruiz Massieu coincidieron que, en lo nacional, la Comisión Permanente tendría que estar hablando de cómo diseñar políticas que permitan cuidar la salud y el bolsillo de las familias mexicanas, así como asegurar la integridad y las condiciones en las que el personal médico está dando la batalla por todos.
La Operación Rápido y Furioso, entre 2009-2011, inició en Arizona en diciembre de 2010, donde se estimaban mil 961 armas vendidas al narcotráfico desde octubre de un año antes y con un gasto de 650 mil dólares con 710 armas recuperadas hasta febrero de 2012.
En su intervención, la senadora de Morena, Martha Lucía Mícher Camarena, reclamó dos cuestiones: se mintió a los mexicanos y al Congreso de la Unión, violándose así la ley mexicana para una intromisión ilegal de armamento, atentando contra la soberanía nacional.
«La violación a la ley por parte de autoridades mexicanas del más alto nivel o a la soberanía del país, resulta sumamente delicado”, fustigó la morenista.
La diputada Olga Patricia Sosa Ruíz, del grupo parlamentario del Encuentro Social, afirmó que dicho plan de casi dos sexenios pasados estuvo mal y defendió que la estrategia de seguridad de hoy está bien y estará mejor, pero la realidad que se vive en Tamaulipas y en México es otra.
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