Por  Bryan LeBarón

México ya está dividido y no es por las clasificaciones del Presidente de chairos y fifís, es por sus acciones, tal y como lo dice en los promocionales de su Tercer Informe de Gobierno, ¡Hechos, No Palabras!

Es que hoy ya no hay nada que se pueda malinterpretar, al contrario. A menos que el inquilino de Palacio Nacional nos crea tontos, sus acciones y posiciones respecto a los cárteles, es más que evidente.

Hoy el país se divide en dos grupos. Uno es de los bien informados, o sea, quienes ven lo evidente. El otro consiste de los que quieran seguir viviendo con su cabeza en la arena para poder seguir creyendo cada palabra que sale de la boca del mesías mexicano.

Hace un par de días, el Presidente López Obrador determinó que Quirino Ordaz, gobernador de Sinaloa, será el próximo embajador de México en España, hecho que no hubiera tomado relevancia si no fuera por los mensajes que finalmente está dando a la gente; por cierto, país donde también se encuentra plácidamente descansando el ex mandatario Peña Nieto.

Debemos tomar en cuenta que hubo claros episodios de favoritismos a quienes controlan esa región del país. Todos conocemos el famoso saludo que le dio el presidente a la mamá de Joaquín Guzmán, pero voy a dar un dato relevante.

Cuando López obrador visitó La Mora, en Bavispe, Sonora, hubo un dispositivo de seguridad tremendo, nadie que no fuera acreditado podía acercarse a donde estaba, así que si ese día la señora estaba en el trayecto del presidente, no fue para nada casualidad, tenía permiso y planeación de que estuviera ahí.

La respuesta del Presidente fue decir que la saludó “por humanidad”, pero cuando fue el derrumbe por la Línea 12 del metro, donde hubo muertos y heridos, no asistió argumentando que no iba “por la foto”.

Es decir, él perfectamente sabe con quien salir y con quien no, y ¿para qué decide con quién salir en imágenes? Porque tiene públicos a quienes mandar mensajes.

Otro escenario claro fue cuando ante la sorpresa de todos, decidió soltar al hijo del mayor narcotraficante de México, y al parecer del mundo. Tomó una decisión “difícil” en esa ocasión, argumentó que fue por las amenazas que hizo el grupo criminal de que arremetería contra la gente, se dejó chantajear; y estoy seguro que hoy, esa libertad ha dejado muchas más muertes.

No existen casualidades ni somos tontos los mexicanos. Todo indica que ha tomado bando, quizá en su necesidad de procurar gobernabilidad, nunca lo sabremos a menos que un día decida confesarlo, lo cual no creo que suceda.

Lo peligroso aquí es el nivel de indolencia y falta de empatía por las víctimas que han sufrido los embates de estos grupos criminales; lo cual ha resultado en que no son pocas las personalidades que se han desilusionado de su gestión; son muchas que al inicio estaban orgullosos de haber votado por “el cambio” y que hoy ven una realidad que duele muy profundo.

Así que hoy nadie puede decir que no sabía lo que pasaba, todos lo hemos visto; pero hay quienes quieren y deciden seguir creyendo, rayando en un fanatismo peligroso, y quienes también informados, vemos con asombro y tristeza, sus abrazos, sus liberaciones y sus asignaciones consulares.

¿Qué opinará España del nombramiento? Creo que está asombrado de la capacidad de un presidente que no cree en la capacidad de análisis de su gente.