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CIUDAD DE MÉXICO, 20 de mayo de 2019.- Cuenta una antigua leyenda maya que el dios Ah Muzenkab bajó a la Tierra y les regaló a los humanos las abejas y su miel; desde entonces, éstas son consideradas sagradas.
Hoy se encuentran en peligro de extinción por la deforestación y el cambio climático, dijo Adriana Correa Benítez, académica de la Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia de la UNAM.
Conocidas por su nombre científico como meliponas y trigonas, estas abejas son originarias del continente Americano y se caracterizan porque no pican. Por tanto, trabajar con ellas es muy seguro, pues pueden ser manejadas por la familia incluidos los niños, añadió la también jefa del Departamento de Medicina y Zootecnia de Abejas, Conejos y Organismos Acuáticos de la facultad.
De acuerdo a un comunicado de la UNAM, las abejas que todos conocen son las Apis mellifera provenientes de Europa, éstas llegaron a México después de la Conquista española, señaló la profesora universitaria.
En cambio, las meliponas y trigonas son endémicas de las zonas tropicales ubicadas desde México hasta el Ecuador y algunas pueden encontrarse en Argentina.
En América existen 2 mil 700 especies, y originalmente eran manejadas por los indígenas, sobre todo, por los antiguos mayas. Correa Benítez apuntó que el tipo de miel que producen posee características medicinales y curativas, lo que la hace un mejor producto que el de las abejas europeas.
En el herbario azteca se narra cómo se usa esta miel para tratar varias enfermedades, y en los trueques prehispánicos entre grupos del altiplano y trópico era adquirida a un precio alto pagado a las comunidades mayas.
De acuerdo con la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO, por sus siglas en inglés), la deforestación se mantuvo en niveles altos en las últimas décadas en el mundo.
De 1999 al 2000, se perdieron 8.3 millones de hectáreas por año, a una tasa del 0.2 por ciento anual. No obstante, la pérdida continúa porque en el periodo del 2000-2005 se calculó en 4.8 millones de hectáreas anuales (0.12 por ciento anual), y del 2005-2010 se elevó a 5.6 millones (0.14 por ciento anual).
En México, la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), estima que en los últimos 20 años se han deforestado desde 155 mil hasta 776 mil hectáreas al año.
“Al deforestar selvas, manglares y no cuidar los espacios donde las abejas viven las ponemos en peligro de extinción. Tenemos que cuidar el medio ambiente porque las meliponas y trigonas son las polinizadoras de la selva por excelencia”, destacó Correa Benítez. Abundó que el trabajo de la abeja europea es distinto al de la abeja maya.
“Las primeras son empleadas en la polinización de cultivos, polinizan los productos que consumimos, y las segundas son polinizadoras de zonas naturales, rescatan las selvas que son pulmones muy importantes del ecosistema”.
Para cuidar a estas especies, la investigadora universitaria propuso protegerlas “en su ambiente natural, además de sembrar en nuestros hogares flores nativas de la zona, para que puedan llegar tanto las abejas europeas como las meliponas y trigonas; además, de usar productos más amigables con el ambiente y menos nocivos y contaminantes”.
Informa en Quadratín México