Visión Financiera
QUERÉTARO, Qro., 19 de septiembre de 2013.-
Iniciamos con el RedQ, que prácticamente paralizó a la ciudad, patrullas haciéndola de taxi, gente que no podía llegar al lugar de sus actividades, y aunque ya no se habla mucho del tema, sigue siendo un conflicto.
A nivel nacional, somos testigos de desencuentros entre maestros, autoridades y ciudadanos. Los maestros protestando por injusticias, pero lamentablemente cometiendo injusticias contra los ciudadanos. Después nuestro presidente presenta una reforma hacendaria, que golpea a la clase media en sus puntos débiles que son el patrimonio y la educación de nuestros hijos.
Y todo esto bajo un clima de tensión mundial temiendo que Obama declare una guerra que muchos consideramos innecesaria.
Y si no fuera suficiente, en el tema más importante de lo menos importante, resulta que nuestra selección está casi fuera del Mundial.
Se cierra la primera quincena del mes con un grito totalmente desangelado, y con un gran sentimiento de desesperanza.
Pero cuando pensábamos que las circunstancias en nuestro país ya se encontraban muy complicadas, “Ingrid” y “Manuel” llegan con todo a demostrarnos que ni el más poderoso le gana a la naturaleza.
La indignación de los mexicanos se convierte en preocupación y tristeza por todos aquellos que perdieron su patrimonio, hoy sus pertenencias consisten solamente en la ropa que traen puesta. Sin mencionar a aquellos que hasta la vida perdieron. Y a diferencia de otros desastres naturales que afectan algún punto en específico del país, hoy volteamos al norte, al sur y a nuestro propio estado y encontramos damnificados. Algunas comunidades en nuestro estado incomunicadas, otros queretanos varados en Ixtapa o Acapulco.
Y como todo desastre que nos llena de impotencia y de lágrimas, también nos da la oportunidad de mostrar de qué estamos hechos, razón por la que inmediatamente comienzan las colectas, y los centros de acopio se llenan de gente que según sus posibilidades dona desde una lata de atún hasta despensas completas.
Y por otro lado, el interés que el Gobierno del Estado ha mostrado en los turistas varados y que haya tomado medidas para traerlos de regreso absorbiendo el costo del transporte también resulta alentador.
Los mexicanos hemos tenido muchos motivos para sentir la desesperanza, pero hoy, ante la solidaridad que surge por la sensibilidad al dolor ajeno, nos muestra que la calidad humana es una de nuestras características y que nuestro país está lleno de gente valiosa y nos regala un motivo para sentir orgullo de ser mexicanos.
ANTE LA DESESPERANZA… ¡QUE SURJA LA ESPERANZA!