La iniciativa presidencial para regular la marihuana es un paso en la dirección correcta.

Aun cuando para algunos queda corta y es perfectible, la iniciativa del Presidente de la República rompe con el paradigma del prohibicionismo y asienta el tema de la marihuana sobre nuevas políticas de salud pública y respeto a los Derechos Humanos.

Peña Nieto propone corregir la ley a la mitad del sexenio, a pesar de sus fobias y dogmas personales. Primero en la ONU, y luego en México, dejó claro que es intolerable dejar las cosas como están.

Puntos importantes de la propuesta presidencial: 1, La legalización del uso medicinal y científico de la cannabis y sus derivados. 2. La importación y eventual producción nacional para el desarrollo de medicamentos a partir de sustancias hasta hoy proscritas. 3, La descriminalización de los usuarios, para lo cual deben quedar en libertad todos aquellos encarcelados cuyo delito ha sido darse un “toque”. 4, El aumento de la cantidad de marihuana portable por una persona pasa de 5 a 28 gramos (equivalente a cajetilla y media de cigarrillos).

Los puntos destacados pueden ser discutibles, pero no tanto como las fallas de un marco legal que permite la portación y el consumo personal, pero penaliza la producción, distribución y comercialización.
La iniciativa del Ejecutivo tiene lagunas.

Los consumidores seguirán recurriendo al crimen organizado para surtirse de marihuana. Nos guste o no, quien quiera fumar un “churro” será el último eslabón de una cadena que seguirá operando fuera de la ley.

El Presidente ha sido claro, su intención no es legalizar el uso recreativo de la marihuana, pues hacerlo dispararía el consumo, según él; lo que sí pretende es terminar con la corrupción y el abuso que favorece una absurda prohibición que en nada nos ha beneficiado y sí ha costado miles de vidas desperdiciadas.

Toca al Congreso “pulir” y “encerar” el marco legal redactado en Los Pinos. En el Senado, la iniciativa tendrá que confrontarse, y tal vez compaginarse, con la propuesta del panista Roberto Gil Zuarth, y otras que surgirán desde la izquierda.

El hecho es que las modificaciones a la Ley General de Salud y el Código Penal Federal propuestas por Peña Nieto marcan los primeros pasos de un camino que no tiene regreso.

EL MONJE PREGUNTÓN: ¿Por qué si cualquiera podrá portar legalmente 28 gramos de marihuana, será siendo ilegal adquirirla en el mercado negro? ¿Los policías cargarán con báscula para contar y pesar carrujo por carrujo? ¿Se permitirá la producción nacional de sustancias cannábicas para elaborar medicamentos?
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