Promete Hollande destruir al Estado Islámico
Cinco yihadistas suicidas han sido identificados por la policía. Cuatro son franceses; aún hay dudas sobre el origen del quinto.
El Gobierno de François Hollande ha movilizado a más de 100,000 policías y militares para prevenir nuevas embestidas terroristas y seguir la pista de quienes lograron huir tras la matanza del viernes.
La policía francesa tiene fichadas a 10 mil 500 personas como sospechosos de actividades ligadas al radicalismo islamista.
“Los atentados de París colocan a Francia en una situación casi imposible. El enemigo es francés, enloquecido por la atracción fatal y delirante del Estado Islámico, no viene de fuera, lo cual vuelve fútiles los intentos por cerrar fronteras, controlar aeropuertos o confiscar pasaportes”, comenta Jorge Castañeda.
El Estado Islámico (EI) ha logrado su objetivo de sembrar el miedo. Francia extenderá tres meses el estado de emergencia y solicitará reformas constitucionales para fortalecer la lucha contra el terrorismo.
¿Qué incita al EI a ensañarse con Francia?
Según la fiscalía de París, los terroristas justificaron su violencia por la implicación francesa en la coalición que golpea los bastiones yihadistas en Oriente Próximo. Sin embargo, especialistas opinan que Francia ha apoyado a la oposición política en Siria, ha armado a algunos grupos rebeldes y se ha mostrado inflexible en la lucha contra el presidente Bachar El Asad. El 95% de los ataques aéreos contra el EI en Siria e Irak son iniciativa estadounidense no francesa.
La razón de la embestida parece ser otra.
El EI intenta provocar que se estigmatice a la población musulmana que vive en Francia para evitar su integración; provocar el linchamiento de musulmanes y los ataques a mezquitas; la guerra civil que siembre sangre y fuego en Europa, explican expertos.
Detrás de la respuesta bélica de Francia contra el EI, resurge la amenaza de severas restricciones a las libertades individuales en el viejo continente.
Consecuencia inmediata será también el cambio en la política de puertas abiertas practicada por la Unión Europea para frenar la riada de miles y miles de refugiados procedentes del Oriente Próximo.
La idea del horror, rebasa a París.
EL MONJE LOCO: Otra muestra de solidaridad con Francia ocurrió en el Metropolitan Opera House de Nueva York. Antes de iniciar la presentación de «Tosca» –dirigida por Plácido Domingo– el tenor unió a orquesta y coro para cantar «La Marsellesa». De pie, el público se unió al coro. Fue una chispa de luz en medio de la oscuridad: (https://youtu.be/bVj4KrBE26Q )
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