Líneas Quadratín
Los muertos que hoy contamos son consecuencia de errores pasados. Algo dijo el secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, al sentenciar que la “guerra contra el crimen” declarada por Felipe Calderón partió de un diagnóstico equivocado y una mala estrategia sin táctica ni trabajo de inteligencia que desató a los peores demonios de la violencia, dejando a la población en medio del fuego cruzado entre fuerzas federales y delincuentes, con graves daños colaterales.
Osorio Chong dijo además que en tiempo de Calderón, a pesar de contar con la Plataforma México, ésta no fue utilizada de forma coordinada, provocando confrontación y conflicto entre las áreas de seguridad; prevaleció el lucimiento personal de cada titular de las áreas de inteligencia; salieron ganando los delincuentes.
Felipe Calderón lee la crítica como ataque duro y directo, y justifica: “No había de otra; mi administración se concentró en cumplir la ley; es erróneo pensar que la violencia solo es un tema de drogas”… y revira: “El diagnóstico equivocado es suponer que la solución es no combatir a los criminales”.
Para nadie es secreto que la peor escalada de violencia comenzó en 2008, un año después de iniciada la estrategiacalderonista, precisamente en Michoacán. Para el imaginario colectivo, los muertos de la guerra, 60 mil o 70 mil –la cuenta exacta es imposible– son muertos del régimen anterior.
Osorio Chong habla del tiradero encontrado por el PRI a su regreso a Los Pinos y presume acciones de fondo para revertir la descomposición social que alimenta a la brutalidad criminal.
El dato duro es que ahora, a casi una década, a medio sexenio de Enrique Peña Nieto, el fantasma de la culpa también espanta al gobierno actual.
En el reparto de culpas Calderón sale cargando las peores, pero el actual gobierno federal aún no la libra; falta mucho por hacer.
Por cierto, no es casual que el secretario de Gobernación hable del tema justo en medio los foros sobre la legalización de la marihuana, y tampoco que el asunto de la ineptitud y la ineficacia calderonista para vencer al crimen resurja justo a dos meses y medio de las elecciones en trece estados.
EL MONJE PENITENTE: Vicente Fox no tiene “llenadera”. Tras pelearse con Trump y descalificar a los aspirantes independientes, ahora lanza la piedra contra el gobierno federal; dice que El Chapo no será extraditado porque temen que “cante” en inglés. El ex presidente con botas encuentra pretexto diario para estar en el “ajo”.
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