Líneas Quadratín
El viernes daban ternura los senadores del PRD con una cartulina entre las manos que exigía alto a la corrupción.
¿Y por qué no empiezan por casa?
Su candidato al gobierno de Veracruz, Miguel Ángel Yunes, tiene propiedades documentadas por 500 millones de pesos, y sólo ha trabajado en el servicio público. ¿Qué tal?
Durante la semana, Ciro Gómez Leyva –el líder de la radio en las mañanas- dio a conocer que recibió un documento con las propiedades de Yunes y sus familiares cercanos, que rebasan cualquier cálculo de imaginación.
Cómo es posible que el servidor público Miguel Ángel Yunes Linares tenga ranchos, casas en Veracruz, casas en Las Lomas, en Polanco, departamentos en el corazón de Mahattan, y negocie con uno de sus hijos la friolera de 400 millones de dólares en inversiones inmobiliarias en Houston.
Ese es el candidato de los que sostenían la pancarta con la exigencia de “alto a la corrupción”.
Demasiado cinismo. Mucha caradura.
Yunes Linares va arriba en las encuestas para la gubernatura en Veracruz, pues cuenta con el pésimo gobierno de Javier Duarte en ese estado, al que hemos dedicado varias columnas.
Pero no se puede hablar de una alternancia sana cuando se quita a un malo para poner uno peor.
La fortuna de Miguel Ángel Yunes, que no ha desmentido, contrasta con el impulso a la lucha anti corrupción que dicen dar PAN y PRD en el Senado.
¿Quieren limpieza? Excelente. Se lo aplaudimos. Pero empiecen por casa para creerles.
Que nos digan de dónde salieron, por ejemplo, en el estado de Veracruz, la casa en el Club de Golf Villarrica, en Alvarado. En Boca del Río, la casa en el fraccionamiento Costa de Oro. La residencia a orillas del Estero, fraccionamiento Rivera del Río, en Alvarado, valuada en 35 millones de pesos. Más la casa en Serranía 42, en Coatepec. El Yate Ulúa. El rancho La Fermina.
O los que tiene en la zona cara de la Ciudad de México. Y cito a Ciro: Cinco departamentos en Horacio 1119, que incluyen dos Penthouse, más inmuebles en Platón 433, Cicerón 708, Calderón de la Barca 127, Hegel 315.
Y no sigamos porque nos vamos y a Nueva York. ¿No es demasiado?
Miguel Ángel Yunes es el que acusa de corruptos a sus adversarios en Veracruz, especialmente al gobernador.
Pero el gobernador no va a competir en la elección, se va, y gane quien gane su futuro es negro.
Con esa inmensa riqueza, a nombre suyo y de sus familiares cercanos, ¿qué le puede ofrecer a los veracruzanos, cuando ni siquiera ha dado una respuesta a los documentadísimos señalamientos en su contra?
Es extraño, por no decir incomprensible, que Acción Nacional haya volcado sus esfuerzos en llevar a Yunes Linares como candidato el gobierno de Veracruz, en alianza con el PRD, si conocían sus antecedentes.
El PAN tenía para llevar de candidato a Juan Bueno Torio, y prefirió que se fuera del partido con tal de hacer candidato a Yunes Linares. ¿Por qué?
Y el PRD, ¿a cambio de qué lo hizo su candidato?
Con esas mismas manos que alzaron el brazo de Miguel Ángel Yunes en Veracruz, los perredistas levantaron pancartas, el viernes, para exigir “alto a la corrupción”.
Cuánto cinismo.