Cambio de coordenadas
Los candidatos que llevan los partidos en algunas entidades parece que fueron seleccionados por malos y no por buenos.
Hay estados en que no hay a cuál irle. Todos son malos.
¿De dónde los sacaron? ¿No había otros?
En el marginado Oaxaca la contienda es entre dos millonarios en dólares, y no se sabe de dónde salieron esas fortunas.
Veracruz es una calamidad y le va a ir peor o cuando menos igual de mal, gane quien gane.
Cuitláhuac García Jiménez, candidato de Morena -que tiene posibilidades de triunfo-, es un profesional de los bloqueos, que ha sido captado por cámaras de video vigilancia en la febril tarea de poner barricadas para que los profesores no puedan acudir a sus exámenes de evaluación.
“Nunca le ha metido la mano al presupuesto”, dicen sus defensores. Claro, porque nunca ha estado donde hay. Y en una de esas gana la elección porque parte de la ciudadanía de ese estado no quiere saber nada de los primos Yunes.
El candidato de la alianza PAN-PRD, Miguel Ángel Yunes, tiene una fortuna exorbitante en casas, ranchos, edificios, departamentos en México y Estados Unidos, y negocia desarrollos inmobiliarios en Nueva York y Texas por cientos de millones de dólares.
Héctor Yunes Márquez, candidato del PRI, representa al gobierno de su compañero de partido, Javier Duarte, que transportaba el dinero en aviones para “pagar fiestas del pueblo” y es responsable político de muertes y secuestros en su estado.
Además Yunes Márquez ha mentido al usar la falsa pederastia de su primo como arma arrojadiza en una campaña sin escrúpulos.
El candidato del PRI al gobierno de Tamaulipas, Baltazar Hinojosa, es una piedra que no motiva a nadie, no encara los problemas, y si él se escuchara cinco minutos se quedaría dormido solo.
Pero no sólo se trata de un candidato que no nació para ser candidato, sino que fue un estrecho colaborador del gobierno de Tomás Yarrington, buscado por la justicia de Estados Unidos.
Francisco Cabeza de Vaca, el abanderado del PAN en esa entidad, ha sido señalado por sus relaciones peligrosas con el narco desde el sexenio anterior, cuando autoridades federales desconfiaban de él precisamente por sus nexos oscuros.
Por el PRD el candidato a gobernador de Tamaulipas es Jorge Valdez Vargas, quien se ha referido públicamente a las ligas de Cabeza de Vaca con grupos criminales, y de su partido en la Ciudad de México lo salieron a callar porque “Jorgito es muy cercano a Baltazar (Hinojosa, abanderado del PRI)”.
Qué candidatos. Qué horror. ¿Esos van a conducir estados que, como Tamaulipas, tiene 17 cruces fronterizos por donde pasan a EU 12 mil tráilers diariamente y cuenta con cinco aeropuertos internacionales?
Y qué decir del candidato panista al gobierno de Aguascalientes, Martín Orozco Sandoval, que tiene orden de aprehensión en su contra y si no ha sido detenido es porque conserva el fuero porque es senador.
¿No tenían a nadie más? ¿Cómo se les ocurre llevar de candidato al gobierno del estado a una persona con auto de formal prisión?
Resulta que Orozco permutó unos predios del ayuntamiento de la capital hidrocálida cuando era alcalde, por uno de su propiedad y de sus hijos. Luego le cambió el uso de suelo para que pueda operar comercialmente y se lo rentó a una cadena de farmacias. Negociazo.
Lo pillaron, se giró la orden de aprehensión pero se amparó y tiene fuero.
Esos son los candidatos. Es que de veras…