Honra Stephanie Salas la memoria de Silvia Pinal con emotiva carta
A 11 meses de la desaparición de 43 normalistas de Ayotzinapa, un grupo de personas tomó una fracción del Jardín Guerrero para convertirlo en el Jardín de las Resistencias.
QUERÉTARO, Qro., 27 de junio de 2015.- A 11 meses, 338 días, 8 mil 112 horas, 486 mil 720 minutos y 29 millones 203 mil 200 segundos de la desaparición de 43 estudiantes de la normal rural de Ayotzinapa, un grupo de jóvenes, adultos, algunos viejos y un par de niñas tomó una fracción del Jardín Guerrero para convertirlo en el Jardín de las Resistencias.
Cada 26 de mes, quienes abogan por un despertar en la sociedad queretana contra la impunidad y los abusos de poder, convocan a la unión y a la consciencia a partir del arte disidente que se pronuncia contra la falta de resultados en la investigación por uno de los acontecimientos más dolorosos en la historia reciente del país.
Don Fernando Ramírez, quien ya rebasa los 65, habla de la esperanza mientras una joven le recita a la consciencia, cuando el guitarrista improvisa notas de lucha sonora y una niña de uniforme escolar colorea un árbol de vida sobre el adoquín.
“En el 88, hace 27 años, los queretanos apenas se asomaban por la rendija de la ventana cuando un grupo de tres o cuatro protestaba; hoy se acercan más y se interesan por los movimientos que promueven el despertar…”
Para Fernando, quien de vez en vez reparte recortes de noticias para informar a sus vecinos sobre los problemas del estado y del país, es importante asumir el compromiso social desde la trinchera de cada cual. Como lo hacen los artistas con la manera que tienen de denunciar.
Y al Jardín de las Resistencias se acercan chicos y grandes, incluso el tenor del centro que aparece con una capa de satén, tocado de boxeador y mayones de luchador de cuadrilátero para cantarle al ‘México lindo y querido’, todos solidarizados con el ‘Arte contra el miedo, la violencia y el dolor…’.