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Al aprobar las sociedades de convivencia y el matrimonio igualitario se estarían impulsando legislaciones incluyentes, porque se estaría brindando igualdad jurídica para la diversidad de hogares.
QUERÉTARO, Qro., 29 de junio de 2015.- Tras las declaraciones de Saúl Ragoitia, vocero de la Diócesis de Querétaro, en las que hace referencia a que “es necesario legislar sobre las sociedades de convivencia” en la entidad, Manuel Edmundo Ramos Gutiérrez, presidente de SOS Discriminación Internacional Querétaro, indicó que las Sociedades de Convivencia no brindan el acceso a la igualdad de derechos a las parejas del mismo sexo, como lo hace el matrimonio igualitario.
Sin embargo, señaló que dicha opción jurídica sí debe aprobarse en Querétaro, para las personas del mismo o diferente sexo que no optan por el matrimonio o el concubinato y que únicamente buscan protegerse o ayudarse mutuamente, por ejemplo, “dos viejecitas que no tienen a nadie más en el mundo o dos viudas que han decidido tener una sola casa, porque no quieren ir a parar a un asilo, pues la única familia que tienen es la una con la otra. Entonces al aprobar las sociedades de convivencia en Querétaro y el matrimonio igualitario se estarían impulsando legislaciones incluyentes, porque se estaría brindando igualdad jurídica para la diversidad de hogares y nuevas formas de convivencia que actualmente existen entre las personas”, afirmó el activista queretano.
De acuerdo con el Consejo Nacional de Población la tercera parte de los hogares mexicanos no siguen el modelo nuclear tradicional. Se trata de hogares extensos, compuestos o no familiares. De ahí la importancia de que existan figuras jurídicas de Sociedades de Convivencia y Matrimonio Igualitario en las que el Estado cumpla con su deber de otorgar igualdad de trato y oportunidades para toda la ciudadanía, así como reconocer, respetar y proteger la creciente existencia de nuevas formas de convivencia entre las personas.
En ese sentido, Ramos Gutiérrez recordó que la Sociedad de Convivencia sería un recurso para que dos personas que viven juntas le den rango jurídico al hecho de formar un hogar común, porque podrían establecerse derechos de alimento y sustento, sucesión testamentaria, tutela y relaciones patrimoniales, entre otros. Donde no es requisito que haya trato sexual entre quienes quieran beneficiarse de esa figura jurídica, por ello pueden ser personas del mismo o de diferente sexo, pues el requisito principal es que hayan decidido vivir en un hogar común, con voluntad de permanencia y ayuda mutua.
“Por ello, discutir y aprobar la Ley de sociedades de convivencia, así como el matrimonio igualitario en Querétaro representa una verdadera prueba de pluralismo democrático, representa el reconocimiento del derecho a la diferencia y que las personas pueden decidir legítimamente sobre sus relaciones personales”, finalizó Ramos Gutiérrez.