Deportaciones masivas; un golpe para la industria restaurantera de EU
No hubo responsabilidad de funcionarios en el deceso del preso que padecía cáncer en la boca; siempre se le dio una buena atención, afirmó el subsecretario de Gobierno del Estado.
QUERÉTARO, Qro., 15 de agosto de 2015.- De acuerdo con la investigación que llevó a cabo la Secretaría de la Contraloría, se determinó que no existe responsabilidad del director, del subdirector de seguridad, ni del personal médico del Centro de Reinserción Social (Cereso) Varonil de San José el Alto, así como tampoco del Hospital General de Querétaro, en el deceso de Eduardo Rodríguez Zaragoza, uno de los presos por el caso de La Laborcilla, quien murió a causa de cáncer en la boca.
Luego de que el pasado 27 de abril, la Defensoría de los Derechos Humanos (DDH) de Querétaro emitió una serie de recomendaciones a la Secretaría de Gobierno Estatal y a la Secretaría de Salud, en agravio del fallecido, por una supuesta negligencia del penal y el nosocomio en mención.
Al respecto, el subsecretario de Gobierno del Estado, Alfonso Jiménez Campos explicó que la Contraloría demostró que el interno tuvo una debida atención, tanto en el Cereso como en el Hospital General, luego de que el secretario de gobierno, Jorge López Portillo Tostado, le ordenó realizar una investigación, tras la recomendación emitida por la DDH.
«Se demostró que tuvo una debida atención médica dentro del centro, también en el hospital (…) y la Contraloría en base a su investigación determinó que no hubo responsabilidad directa por parte de ninguno de los funcionarios señalados», afirmó.
Asimismo, Jiménez Campos señaló que tienen todas las pruebas para demostrar que el interno fue atendido debidamente con los medicamentos correspondientes, desde que comenzó a sentir molestias en el paladar. Además, cuentan con las recetas médicas y los documentos firmados por él mismo, incluso, reveló, hay un acta levantada por una visitadora de la Defensoría de lo Derechos Humanos (DDH), en la cual el preso manifiesta que prefieren que lo regresen al Cereso «que es mejor atendido en el centro que en el hospital».
«Por ahí algunos medios mencionaban, desde mi punto de vista de forma absurda, que el tratamiento era un enjuague bucal, tenemos todas las pruebas y en base a ello lo determinó la Contraloría», enfatizó.
La Defensoría de los Derechos Humanos (DDH) de Querétaro ha emitido dos recomendaciones al penal varonil de San José el Alto.