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El ex dirigente del PRI confirmó que aguardarán la determinación del Comité Ejecutivo Nacional para el cambio de dirigencia, sin embargo llamó a reestructurar el partido.
QUERÉTARO, Qro., 29 de junio de 2015.- El ex dirigente estatal del Partido Revolucionario Institucional (PRI) Hiram Rubio confirmó que este instituto político no tiene «prisa» por hacer algún cambio en su dirigencia, por lo que los tricolores aguardarán la determinación que adopte el Comité Ejecutivo Nacional (CEN) en la materia.
Sin embargo exhortó a los militantes a cerrar filas y a trabajar de manera intensa en favor de la reestructuración del partido.
«Yo creo que la renovación de la dirigencia tendrá que darse en los tiempos que nuestras propias normas plantean, estaremos atentos y respetuosos de lo que nos oriente la dirigencia nacional, ya que no es justo cargar la responsabilidad total a la dirigencia del partido, yo expreso mi respeto y solidaridad para Mauricio Ortiz, yo creo que la prisa no es renovar dirigencias, la prisa es el reagrupamiento del partido».
De acuerdo al ex líder estatal fueron los errores y las omisiones los que generaron esta derrota para el partido, como el no haber logrado generar movilizaciones importantes de las estructuras, y no haber logrado permeabilidad de las propuestas en la ciudadanía, situación que se deberá tomar en cuenta para la renovación de la dirigencia.
«Hay compañeros que ya han sido nombrados y para mí todos merecen mi respeto, creo que más que nombres debemos construir un perfil, respetar los tiempos estatutarios, ya que necesitamos gente con trayectoria, experiencia en cargos de dirigencia del partido desde el nivel seccional o municipal, con una visión que permita reagrupar al partido y que permita reunir las expresiones al interior del PRI».
En este sentido aseguró que deberá ser entre la militancia y los líderes sectoriales donde se podrá encontrar al nuevo dirigente estatal, ya que los priistas que han accedido a estos puestos de dirección, deben tener actualmente la responsabilidad de unificar a los militantes, por lo que la responsabilidad del nuevo rumbo del organismo político deberá recaer en miembros actuales.