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QUERÉTARO, Qro., 23 de enero de 2015.- Hace al menos diez años se conocían los problemas de humedad del muro Del Cañonazo en el exconvento de La Cruz que ocasionaron la caída de una porción de esa barda, sin que se tomaran las medidas necesarias para prevenir los daños, advirtió el diputado Jorge Lomelí Noriega.
El presidente de la Comisión de Desarrollo Urbano, Obras Públicas y Comunicaciones de la Legislatura Local dijo que las raíces de una jacaranda, más la humedad acumulada, afectaron la estructura de ese muro, sobre todo en los cimientos, lo que ocasionó el desplome de una sección.
Detalló que el nivel entre la superficie de la calle y el interior tiene una diferencia de alrededor de 90 centímetros lo que incrementa la humedad en los cimientos, sin embargo, debieron tomarse medidas desde hace tiempo.
“Más que nada es la humedad y que no se tomaron las alternativas necesarias, las que dicta el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), para que alguna autoridad de obras públicas del estado o de obras públicas municipales intervinieran la recimentación y las técnicas que marca el INAH para darle estabilidad”, subrayó.
Al respecto, el diputado local por el V distrito, Alejandro Cano Alcalá, lamentó el supuesto descuido de las obras municipales, que pudo ocasionar la caída del muro, lo que representa un daño histórico.
“Buscaremos acercarnos con el INAH para que nos pueda decir cuál fue la causa del colapso del muro, porque ha subsistido por tantos años y casualmente con una obra del municipio se colapsó”, señaló.
Confió en que el INAH, que sanciona a particulares que dañan monumentos, tendrá que asumir la misma responsabilidad con quienes dañaron este muro, aunque se trate de la autoridad municipal.