Libros de ayer y hoy
Sin mayor recato, el congreso de Querétaro se convirtió en el segundo que a nivel nacional, aprobó en “fast-track” la reforma energética.
Más allá de los beneficios o perjuicios de la reforma –que ya trataremos en otro informe- la evidencia que dan los diputados queretanos al resto del país, es que más que servir de alternativa de discusión y debate sobre una propuesta nacional, sólo son una especie de ventanilla burocrática que, con matasellos en mano, da su visto bueno a una reforma que marcará el futuro inmediato de los mexicanos.
La responsabilidad que tienen los congresos estatales para dar su aval o no a una reforma constitucional, es vital para el buen funcionamiento de la vida democrática del país. Ellos representan los intereses de las zonas específicas en donde se encuentran y saben de las necesidades y fortalezas de sus entidades.
Si esa es la responsabilidad, ¿Cómo en tan poco tiempo y sin un debate profundo, los representantes queretanos dan su aval a tan trascendente reforma? No quiero pensar que sólo obedecen, sin chistar, a los intereses de sus partidos políticos y que por ello sin mayor razonamiento, le dan el sí, porque si ocurre de esta manera, los queretanos nos convertimos en rehenes de los intereses nacionales y nuestros diputados en meros reflejos, sin sentido ni pensamiento, de lo que les dictan en el D.F.
Como un ciudadano más, hubiese esperado que en el histórico recinto se dieran los dimes y diretes; los puntos de acuerdo y desencuentro sobre ésta y otras reformas. Ser sólo un barato reproductor de lo que hacen los demás, no nos sirve. En hechos como éste, que son trascendentales para el país, es cuando se miden los tamaños y la estatura de un representante popular.
P.D…Si la reforma falla, vayan buscando explicaciones de porqué, sin pensarlo mucho, la avalaron. Ahí nos vemos en el 2015.