Descartan juego en México en 2025 de las Grandes Ligas
CIUDAD DE MÉXICO, 23 de julio de 2014.- Algunos legisladores alemanes plantearon la posibilidad de despojar a Rusia del derecho a celebrar el Mundial de Futbol de 2018, como una manera de generar un mayor impacto respecto a la postura que ha tenido aquel país sobre la crisis entre autoridades ucranianas y separatistas pro rusos.
Michael Fuchs, del bloque conservador de la Canciller Angela Merkel en el Parlamento alemán, consideró que retirar la sede mundialista a Rusia podría tener un impacto significativamente mayor que emitir sanciones económicas, refiere Reforma.
«La FIFA debería pensar en si Moscú es un anfitrión adecuado si no puede garantizar unos cielos seguros para los aviones», dijo Fuchs a Handelsblatt Online, añadiendo que Alemania y Francia podrían encargarse del torneo si fuera necesario.
Y es que países occidentales han culpado a los separatistas pro usos que combaten a las fuerzas de Kiev en el este de Ucrania del derribo del vuelo MH17 de Malaysia Airlines el 17 de julio, cuando murieron 298 personas.
La Unión Europea ha amenazado con endurecer las sanciones económicas a Rusia, aunque ayer los Ministros de Relaciones Exteriores retrasaron tomar medidas por unos días.
Por su parte, Peter Beuth, Ministro de Interior del estado de Hesse, dijo al periódico de gran tirada Bild que celebrar el Mundial en Rusia en 2018 sería «inimaginable» si el Presidente Vladimir Putin no coopera activamente con la investigación del accidente.
«Quitarle a Rusia el Mundial no debería ser tabú», opinó por su parte Stephan Mayer, miembro del partido conservador bávaro Unión Socialcristiana (CSU).
«Pero estamos siguiendo con gran interés los acontecimientos políticos en Rusia, que no podían predecirse en el momento de concederle el Mundial en 2010», comentó al respecto el presidente de la federación germana de futbol, Wolfgang Niersbach.
La FIFA dijo esta semana que no podía hacer comentarios.
Theo Zwanziger, miembro del comité ejecutivo de la FIFA y de origen alemán, minimizó la posibilidad de trasladar el torneo.
«El Mundial se le ha concedido a Rusia, se han firmado contratos y emitido los derechos», declaró.
También rechazó las peticiones de boicot.
«Un boicot en el deporte rara vez da resultados y por ello no creo mucho en esas sugerencias», agregó Zwanziger, añadiendo que las palabras de Fuchs sonaban populistas.
Varias naciones occidentales, entre ellas Estados Unidos, boicotearon los Juegos Olímpicos de Moscú en 1980, en protesta por la invasión soviética de Afganistán.
Rusia celebró los Juegos Olímpicos de Invierno en Sochi en febrero poco antes de que las relaciones entre las naciones occidentales y Moscú se deterioraran drásticamente por la crisis de Ucrania.