Concentra 13 instrumentos para medir diversos parámetros atmosféricos al mismo tiempo, y es parte de una red que pretende generar información para investigación, docencia y divulgación.

 

QUERÉTARO, Qro., 5 de julio de 2015 (Notimex).- El Observatorio Atmosférico de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) Campus Juriquilla, es un sitio que concentra 13 instrumentos para medir diversos parámetros atmosféricos al mismo tiempo, y además forma parte de una red que pretende generar información para investigación, docencia y divulgación.

La investigadora de la Facultad de Ciencias del Centro Académico Cultural (CAC), Dara Salcedo González, indicó que uno de los objetivos por los que este observatorio es parte de la Red Universitaria de Observatorios Atmosféricos (RUOA), es saber qué sucede en otras partes de México y comparar los datos de las diferentes condiciones atmosféricas.

Pues la atmósfera de la ciudad de México es la más estudiada del país y fuera de ella hay poco trabajo, señaló la especialista en entrevista.

Al saber y comparar los distintos ambientes atmosféricos, será “posible entender lo que está sucediendo y cómo las diferentes condiciones generan distintas partículas” para “en un momento dado hacer modelos regionales”, dijo Salcedo González, quien precisó que la RUOA cuenta con siete centros de observación.

Ya que además del de Juriquilla, los observatorios de la RUOA se encuentran en Ciudad Universitaria, en el Distrito Federal; Altzomoni, en el Parque Nacional Izta-Popo; en el campus de la UNAM en Hermosillo, Sonora; en la Unidad Académica en Mazatlán, Sinaloa, así como en las estaciones Biológicas de la UNAM en Chamela, Jalisco y en Los Tuxtlas, Veracruz.

Comentó que se prevé que pronto se instalen otros observatorios en Aguascalientes, San Luis Potosí y Morelia, por lo que la idea es que la red siga creciendo.

La investigadora detalló que la instalación del Observatorio Atmosférico de Juriquilla se debe a la región donde está, cerca de la ciudad de Querétaro, que es una metrópoli en crecimiento a poca distancia de la ciudad de México y ubicada en la zona central del país.

Indicó que los parámetros que miden los diversos equipos con los que cuenta son meteorológicos, de viento, humedad, radiación, presión y temperatura.

El observatorio tiene un sistema para medir la composición de partículas suspendidas, el carbón o lo que se conoce como hollín en tiempo real.

Además, la especialista dijo que con el cielómetro se pueden medir parámetros ópticos de la atmósfera y cuenta con instrumentos para valorar gases de afecto efecto invernadero, lo que es dióxido de carbono, agua y metano.

También cuenta con un equipo que mide el tamaño de gotas de lluvia, los campos magnéticos y un sistema que recolecta el agua de lluvia para analizar su composición en el laboratorio.

Destacó que la trascendencia de un súper sitio como el de Juriquilla radica en que gracias al número de equipos que tiene se miden diversas variables al mismo tiempo, con lo cual se pueden entender, describir y modelar los procesos atmosféricos de forma más fácil.

Salcedo González ejemplificó que quienes investigan y tratan de entender la contaminación no sólo tendrán que medir el ozono, sino también la radiación, porque el ozono se genera mediante reacciones fotoquímicas.

Asimismo, tendrán que conocer la temperatura y la humedad, que pueden afectar la velocidad de las reacciones, así como la dirección y velocidad del viento.

Así, los científicos de este centro analizan los datos que desde hace ocho meses arrojó este observatorio, comentó la investigadora, quien destacó que la información producida por los equipos está en internet, por lo que cualquier persona la puede consultar.

Respecto al proyecto de investigación que encabeza, Salcedo González agregó que el objetivo de este trabajo es medir la composición química de partículas suspendidas, qué tantos compuestos orgánicos, sulfatos, nitratos y hollín hay, para identificar su origen.