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La disminución en el consumo se debe a que la gente se aleja de las bebidas llenas de azúcar
QUERÉTARO, Qro., 23 de abril 2016.-En la comedia clásica de Hollywood de 1983 De mendigo a millonario (Trading Places), que protagonizó Eddie Murphy, los malvados especuladores de materias primas, los hermanos Duke, tratan de acaparar el mercado de jugo de naranja. En la actualidad, tal vez no se tomarían la molestia de hacerlo, dice Milenio.
A pesar de que los suministros son muy ajustados y los inventarios cayeron a su nivel más bajo en seis años, el precio de futuros del jugo de naranja se niega a moverse, opera a un rango estrecho de entre 1.10 a 1.60 dólares la libra.
El mercado se encogió en hombros ante los pronósticos, que incluyen una caída de 25 por ciento en la producción de jugo de naranja en Estados Unidos, y se enfocan en el cambio de los hábitos del consumidor y las débiles tendencias de consumo.
«Lo que vemos es que la demanda de jugo de naranja no crece», advirtió Gonzalo Ramírez Martiarena, director ejecutivo de Louis Dreyfus Company, la comercializadora agrícola y el principal proveedor de jugo de naranja, a principios de este año.
La demanda mundial —liderada por la Unión Europea y Estados Unidos— se encuentra en una caída constante, y el consumo disminuyó más de una quinta parte en comparación con hace una década, de acuerdo con el Departamento de Agricultura de EU.
La disminución del consumo de jugo de naranja se debe a que la gente se aleja de las bebidas llenas de azúcar y al aumento de la competencia de otros productos, una tendencia que provoca una alarma cada vez mayor dentro de la industria.
Como respuesta, los agricultores, los procesadores, las casas comerciales y las embotelladoras —entre ellas Coca-Cola y PepsiCo— trabajan con urgencia para encontrar la forma en que pueden adaptarse.
Dreyfus busca socios para tratar de aumentar su alcance y distribución, mientras que Cutrale, uno de los grupos de jugo más grandes de Brasil, compró la firma bananera estadunidense Chiquita a principios del año pasado para diversificar su negocio.
En años anteriores, los precios del jugo de naranja aumentaban debido a los ajustados pronósticos de la oferta, según los analistas, pero eso ya no ocurre más.
«La disminución de la demanda tiene al mercado más o menos bajo control», dice Jack Scoville de los agentes Price Futures Group de Chicago.
La disminución del apetito del consumidor por el jugo de naranja se remonta a principios del año 2000, cuando se popularizó la dieta Atkins, partidaria de un bajo consumo de carbohidratos y un alto consumo de proteínas. Los jugos de frutas, que tienen un nivel de azúcar relativamente alto, se encuentran entre los alimentos y bebidas de su lista negra.
«En la actualidad, la gente percibe que el jugo tiene demasiada azúcar», dice Ross Colbert, estratega global de bebidas de Rabobank.
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