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MÉXICO, DF., 20 noviembre 2013.- Es muy difícil, porque lo primero que quieres hacer cuando sales de la cárcel es estar con tu familia. Hasta ahorita nos cuesta trabajo volver a empezar. Empezar desde cero, reportó Milenio.
Así se expresó Teresa González Cornelio, quien fue sentenciada junto con Alberta Alcántara Juan y Jacinta Francisco Marcial a 21 años de cárcel, luego de que la Procuraduría General de la República las responsabilizó de secuestrar a seis policías de la extinta Agencia Federal de Investigación (AFI).
Las indígenas queretanas ahora están en libertad tras una intensa batalla legal, hasta que la Suprema Corte de Justicia de la Nación ordenó la liberación inmediata de Teresa y Alberta en abril de 2010. Jacinta fue puesta en libertad el 15 de septiembre de 2009 por sobreseimiento de la causa penal por las conclusiones de no acusación presentadas por la PGR.
En conferencia de prensa en las instalaciones del Centro de Derechos Humanos Miguel Agustín Pro Juárez (Centro Prodh), Teresa narró que no ha sido fácil recuperar su vida, después de estar por más de tres años en prisión por un delito que no cometió.
«Para mí es muy difícil, porque tengo una niña que me pregunta por qué estuvimos en la cárcel», lamenta Teresa.
Para lograr recuperar la vida que perdió por estar en prisión, ella responde que trata de «echarle ganas. La que me levanta es mi hija»; confiesa que siente impotencia cuando su hija le pregunta al respecto.
Reprochó que las autoridades primero castigan y luego investigan, al tiempo que no se explica por qué la culparon. Cuando ellos están entrenados «¿Cómo le habíamos hecho nosotras para hacer eso?»
Destacó que durante el proceso, uno de los agentes las acusaba, «pero nunca dio la cara. Y decir sí fueron ellas. Nunca se presentó».
Por lo que ahora libres, Teresa alza la voz: «nosotras demostramos que somos inocentes. Ahora les corresponde (a las autoridades) reparar el daño».
Durante la conferencia para exigir la reparación del daño sufrido por Alberta y Teresa, que ofreció el Centro Prodh, el coordinador del área de defensa, Andrés Díaz Fernández, dijo que la reparación del daño no es enriquecimiento, sino un acto de justicia.
El abogado destacó que la justicia no sólo se obtiene porque hayan sido liberadas, sino con el reconocimiento. «Exigimos una disculpa pública».
Díaz Fernández además exigió medidas de no repetición, que no se utilicen «chivos expiatorios» y evitar encarcelar a más inocentes.
Mañana el Pleno del Tribunal Federal de Justicia Fiscal y Administrativa (TFJFA) decidirá si procede la reparación del daño solicitada por Alberta y Teresa.
Este proceso tiene como objeto que reciban una indemnización del Estado debido a que permanecieron encarceladas injustamente por más de tres años, informó en un comunicado el Centro Prodh.
Dicha organización espera que el TFJFA determine que las acciones realizadas por la PGR en torno al caso fueron irregulares, y se generaron daños en perjuicio de Alberta y Teresa, por lo que ese tribunal ordenaría el pago de una indemnización en los términos que la Ley Federal de Responsabilidad Patrimonial establece.