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MÉXICO, DF., 7 abril 2014.- El proyecto presidencial para licitar un tren que cubra la ruta Ciudad de México-Querétaro no dista mucho del esquema que aplicó el Gobierno del Distrito Federal en diciembre de 2008, cuando adjudicó a empresas separadas la realización de la malograda Línea 12 del Metro.
De acuerdo con el anteproyecto de trenes de pasajeros y otros documentos de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT), a los cuales 24 Horas tuvo acceso, un consorcio internacional sería el encargado de importar los trenes, una firma nacional del montaje de las vías, un bufete de ingenieros llevaría a cabo la operación y el mantenimiento, mientras que otra más asumiría la gerencia, todos coordinado por el Gobierno de la República.
De igual forma, las trasnacionales “Alstom, Bombardier, Mitsubishi, Siemens, CNR, Ansaldo-Breda y Rotem” serían las posibles beneficiarias de una obra que la dependencia ya promueve entre inversionistas del orbe como “la primera línea de alta velocidad del continente americano”.
Adicionalmente, el denominado México-Querétaro se desplazaría a una velocidad de entre 200 y 300 kilómetros por hora, rangos de un automóvil Fórmula 1 o del que requeriría un avión para despegar.
Con diseños supersónicos, el modelo de tren nipón Shinkansen 500 o el alemán Siemens 103, quese encuentran entre los favoritos para recorrer esta nueva ruta, se ofrecería un tiempo de traslado de “61 segundos”.
Según dicho anteproyecto, ambos modelo de tren tendrían asientos de “primera clase” y de “clase turista” pero no menciona el número de pasajeros que podrían utilizarlo, ni hace referencia a las posibles tarifas.
De acuerdo con el calendario de esa dependencia, se estima que el México-Querétaro entre en operación en diciembre de 2017, un año antes del fin del sexenio.
Sin embargo, el material rodante, así como las obras civiles serán adjudicadas a partir del tercer trimestre de 2014.
Actualmente, las empresas “Geodresa, Servicios de Ingeniería y Asesoría Legal y Estrategias en Infraestructura y Territorio” ya participan en el concurso para licitar la “primera etapa de los servicios para la liberación del derecho de vía”.
Finalmente, como pronóstico de largo plazo, la dependencia a cargo de Gerardo Ruiz Esparza, plantea que este ferrocarril pueda llegar a extenderse hacia la región del Bajío, alcanzando las ciudades de Irapuato, León, San Luis Potosí y Guadalajara.
Ferrocarril ignora municipios
El modelo de tren de “alta velocidad” diseñado por la SCT va más allá de las expectativas que planteó el presidente Enrique Peña Nieto durante su toma de posesión en diciembre de 2012, cuando dijo: “en México volveremos a tener trenes de pasajeros para conectar nuestras ciudades”.
Sin embargo, el proyecto no conectaría a ninguno de los 22 municipios que afectaría en su paso por las entidades de México, Hidalgo y Querétaro, ya que debido a su pretendida alta velocidad, no haría paradas intermedias, para abrir sus puertas solamente en las terminales planteadas: Buenavista, en la Ciudad de México, y El Marqués, Santiago de Querétaro.
Paradójicamente, la dependencia sí exigiría a los municipios (entre ellos: Tula, Hidalgo; y San Juan del Río, en Querétaro) el sacrificio de “69 mil 534 árboles”, mismos que serían irremediablemente talados.
Nuevamente bajo el argumento de la alta velocidad, el tren no podría aprovechar la ruta férrea existente en esa región desde el porfiriato, sino que se haría necesario el montaje de una nueva línea bidireccional hasta en un 70 por ciento, con “libramientos de las ciudades, rieles confinados y altas prestaciones tecnológicas.”
Por último, el tren no sería un transporte complementario de la ruta que tiene bajo concesión el Tren Suburbano de la empresa CAF, entre Buenavista y Cuautitlán, sino que por el contrario, se convertiría en su competidor, al recorrer por vía paralela el mismo trayecto; desahogando ambos trenes en la no poco conflictiva estación Buenavista.
Diferencias frente al proyecto México-Toluca
El tren México-Querétaro se proyecta de manera diametralmente distinta al que correría entre México y Toluca, el cual sí conectará a seis ciudades, incluyendo hacer paradas en un aeropuerto (Metepec) y en dos estaciones de autobuses (Toluca y Observatorio).
En contraste positivo, el tren México-Toluca fue proyectado para “reestructurar el transporte interurbano” en el valle toluqueño, así como el de las zonas capitalinas de Observatorio y Santa Fe; corriendo a una velocidad de 140 kilómetros por hora como máximo.