Libros de ayer y hoy
Los Inquietos…
Hasta hace 15 años los presidentes de la República fenecían al terminar su mandato; morían políticamente; llevaban el voto de silencio –equivalente a la omertá mafiosa– ¬hasta sus últimas consecuencias. Aun cuando ocupasen cargos públicos –cuya utilidad era menor– jamás se atrevían a hacer sombra al sucesor.
Cárdenas en la Comisión del Balsas; Alemán en el Consejo Nacional de Turismo; De la Madrid en el Fondo de Cultura Económica…
Pero…
Desde la derrota del PRI en el año 2000 se acabaron deudas y lealtades; aquella vieja tradición –sostenida por la prudencia… y el miedo–, quedó en la prehistoria.
Por ejemplo, luego once años de guardar decoroso silencio, De la Madrid quebró la regla cuando decidió hablar en serio para reconocer públicamente el error de haber llevado al poder a Salinas… y ya sabemos cómo acabaron las cosas.
Ahora, los ex presidentes vivos –Echeverría lo está, aunque muy quebrado de salud y prestigio– andan muy inquietos, y algunos, hiperactivos, sobre todo quienes como Fox y Calderón no le deben el cargo al dedazo.
Revisemos…
Salinas no se resigna a vivir sin poder. El “villano favorito” intenta redimirse; asoma a la arena para explicar cómo su espíritu reformador –espejo en el cual quiere reflejar a Peña Nieto– impulsó a sus adversarios al intento de descarrilar a su gobierno. En el fondo, Salinas alza la mano para ser tomado en cuenta… y de paso reparte golpes a diestra y siniestra…
La víspera del día de la amistad, Salinas reitera su desprecio a Zedillo –se sacude las pulgas del “error de diciembre”–, a Manuel Camacho… y a todo aquel quien se le puso enfrente. Salinas cobra deudas… con leoninos intereses.
Vicente Fox en lo suyo; negocios y protagonismo lo mantienen en la vida pública… nada de lo que diga el ex presidente con botas puede sorprendernos; si acaso divertirnos. Don Vicente ha sido un entrometido –hasta en contra de su partido–, cuando en afán de congraciarse recomendaba votar por Peña Nieto. Fox anda muy metido en promover la industria de la “mota”, pues si la legalización es un paso importante, lo es más para el negocio de la producción, comercialización y distribución… y a Fox le brillan sus ojitos rancheros…
Zedillo, en cambio, abre fuego contra la nueva ley ferrocarrilera por instrucciones de sus “jefes” de la Kansas City Southern, cuando salen del closet los esqueletos de la oscura privatización del sector concretada en su sexenio… y además, va a Davos, desde donde suelta la refrita receta del estado de derecho como solución a los problemas del país, cuyo gobierno ignoró…
Quien se lleva las palmas por su inquietud es Calderón, quien regresa del autoexilio en Harvard para presentar su “Fundación para el Desarrollo Humano Sustentable” –lo que esto signifique–, cuando lo único evidente es su afán por quedarse con los restos de un partido cuya destrucción ética y política no puede quedar fuera de su responsabilidad.
Calderón pudrió al PAN y ahora viene a incrustar los despojos en el juego político. Solo él tiene la fuerza puede enfrentar al “demonio” de Madero… pues su delfín –en realidad– resultó manso Cordero…
Total, a los cuatro ex presidentes inquietos, alguien debería meterles un zape.
@JoseCardenas1 | [email protected] | josecardenas.com.mx