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MÉXICO, DF., 6 de mayo de 2014.- Los mexicanos tienen bajos ingresos, trabajan más que en otros países, tienden a la obesidad y viven menos, pero, aun así, se dicen satisfechos con la vida.
Según una nota publicada en Reforma, en el Índice para una Vida Mejor de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), que mide las condiciones económicas y sociales de las 34 naciones miembro, más Rusia y Brasil, el País tiene la segunda peor posición entre las 36 economías: la 35.
Pero los mexicanos son felices.
La medición destaca que México es el octavo país donde la satisfacción de vida es mayor, por arriba de Luxemburgo, España y Reino Unido, así como de Brasil y Chile.
En ese índice se consideraron varias variables, entre ellas, la de satisfacción general, a la que asignaron una escala de 0 al 10.
Los mexicanos asignaron una calificación de 7.4, mayor al promedio de los países OCDE que fue de 6.6 puntos.
Este indicador mide la manera en que las personas evalúan, más que sus sentimientos actuales, su vida en conjunto y se mide en términos de satisfacción en presencia (o ausencia) de experiencias y sentimientos positivos.
Sin embargo, este índice de la OCDE calificó otras variables y concluyó que los mexicanos, además de felices, cuentan con un bajo nivel educativo, son desconfiados y viven menos.
En ingresos resulta que el promedio de una familia mexicana asciende a 12 mil 820 dólares al año (13 mil 888 pesos mensuales), cuando el promedio de las 36 naciones evaluadas es de 23 mil 938 dólares.
En empleo, los mexicanos trabajan más horas al año comparado con los otros 35 países, al sumar 2 mil 226. El promedio de OCDE es de mil 765 horas al año.
En salud resulta que el 32.4 por ciento de la población mexicana padece obesidad. Esto ubica a México en el segundo lugar, superado por Estados Unidos que tiene al 36.5 por ciento de sus ciudadanos en esa condición.
«La creciente prevalencia de la obesidad indica que en el futuro aumentarán problemas de salud como la diabetes, padecimientos cardiovasculares y asma, así como los gastos en atención a la salud», dice el reporte.
En nivel de escolaridad también se tuvo bajos resultados.
Sólo 36 por ciento de los adultos, entre 25 y 64 años, tienen un título de educación secundaria, la más baja del organismo donde el promedio fue de 75 por ciento.