Itinerario Político
Cambio Climático
Una de las preocupaciones permanentes, pero ahora más que nunca, conscientes y crecientes, tiene que ver con la movilidad, la seguridad y el cambio climático. De la movilidad, que está la directa incidencia sobre nuestro día a día, la manera en que vivimos el tráfico, sus emisiones y las alternativas, de la seguridad, viene en el ámbito, relacionado a la movilidad, donde como se comentó en otras colaboraciones el aumento de los accidentes debe ser motivo de escándalo y de encontrar otra vez alternativas, y el cambio climático, que aunque lo vivimos día a día, muchas veces lo pasamos sin percibirlo, despreciando ese impacto, que más allá del futuro lo tenemos ya en nuestro presente.
En unos días, 118 líderes de estado se reunirán en París, (si, el mismo de los terribles atentados, igual que lamentablemente en muchos más países incluido nuestro México) con la obligación de generar acuerdos que ayuden a nuestro planeta, el objetivo, limitar en dos grados la temperatura para 2100, respecto de los niveles preindustriales. Un objetivo preocupante, dado que en de los últimos 20 años no se puede presumir mucho avance, como lo cometa el comisario europeo de Acción, Clima y Energía de la UE.
Para ello, se plantean diversas necesidades, como que de la generación de acuerdos vinculantes donde los más grande emisores, China y EUA, se comprometan realmente a generar esas reducciones, promover la descarbonización de la economía, entre otras, así como la inversión para 2020 de 10,000 millones de USD para medidas de mitigación en países subdesarrollados.
México ya mando su carta de intención y buenos propósitos, donde se presume la presentación en el año 2000 de las 3 Estrategias Nacionales de Cambio Climático, en 2009 el Programa Especial de Cambio Climático y sus 5 comunicados nacionales, y en 2012 la Ley General de Cambio Climático. En esta también se compromete a reducir para el año 2030 en un 25% emisiones varias y que podría llegar hasta un 40% con la colaboración de otros países y financiamientos extraordinarios.
Pero estamos batallando con esas colaboraciones, cuando las consecuencias de nuestro capitalismo y revolución industrial, en términos de planeta y de desigualdad se ven claramente desesperanzadoras, veamos que nada más en nuestra vecindad, donde se siguen promoviendo los grandes negocios con los combustibles fósiles; en nuestro País una reforma energética que de energías alternativas no da, la economía que continua basada buena parte en Pemex, con nuestros vecinos: en Canadá la desastrosa política ambiental que tuvo el Primer Ministro Harper donde en estos combustibles insistió en impulsar su economía, y también la recién suspendida, pero en su momento terrible decisión de Obama, al permitir a Shell estar perforando en el Ártico (suspendida por motivos de rentabilidad de momento, no por buenas gentes), que dan muestras de la poca voluntad política que existe en esto cuando los temas refiere a la economía y su crecimiento, como el construir un gaseoducto que cruce buena parte de los tres países, pasando incluso por uno de los acuíferos de agua dulce más grandes de norte américa.
Bien nos caería tomarnos en serio más el tema, ya que lo fenómenos naturales nos están dando muestra, que es mejor recordar, el tener la serenidad de aceptar las cosas que no pueden cambiar, en vez de insistir en cambiar y de paso destruir nuestro planeta, sus especies y con ello buena parte nuestra de propia humanidad.