Líneas Quadratín
Comparar a la mujer con un animal para lograr establecer un comportamiento puro y sin juicios me parecería algo muy aventurado, pero muy lógico.
¿Qué nos hace al ser humano distinto del resto de los animales que habitan la tierra? Siempre se responde que es la capacidad de pensamiento. Entonces, para lograr llegar a la pureza interior de la naturaleza de un ser humano deberíamos evitar pensar y sólo actuar bajo el instinto ¡así tal cual! como los animales. Muchos enjuiciarán que no podemos vivir como animales salvajes y quizá tengan razón porque predominaría la ley de la jungla, pero aunque fuera así, la jungla incluso mantiene su propio órden natural, mantiene una organización perfecta que sólo puede ser irrumpida por el ser humano cuando impone su fuerza y cambia el orden natural del mundo animal.
Lo que es innegable, es el deseo de lo salvaje de lo libre y quizá eso es lo que lo haga prohibido porque pensamos y luego entonces vienen todos los juicios y los miedos arraigados en toda una cultura, en usos y costumbres.
¿Porqué ocultar los deseos salvajes? ¿qué te asusta de conocer tu lado salvaje? ¿a qué vinculas lo salvaje? Comportamiento, sueños, sexo, gustos, preferencias. Cada una de las áreas de tu vida puede alcanzar el lado más salvaje de tus deseos. Sin embargo, ¡nos limitamos tanto! limitamos cada paso porque siempre estamos rodeados de nuestros propios prejuicios y debemos también dejar de culpar a los demás por ello por que es ¡cierto! los principales verdugos de nuestras acciones somos ¡nosotros mismos! y lo que permitimos de los otros a través del poder que les brindamos.
Ser salvaje es ser honesta y validar la honradez por nosotros mismos, tener y mantener nuestra propia forma de ser no importando si eres extrovertida, introvertida, alegre, melancólica, ambiciosa en sueños o conformista en pocos.
Anhelar lo salvaje es anhelar ser tu misma a pesar de todos y de todo, pero sobre otras cosas, anhelar lo salvaje a ¡pesar de ti misma!
Todos los caminos, las elecciones, tienen sus precios a pagar y quizá durante un tiempo te puedas sentir ajena a este mundo tan hóstil y cruel donde no se perdona aunque se diga lo contrario.
» No se puede abordar la cuestión del alma femenina moldeando a la mujer de manera que se adapte a una forma más aceptable según definición de la cultura que la ignora, y tampoco se puede doblegar a una mujer con el fin de que adopte una configuración intelectualmente aceptable para aquellos que afirman ser los portadores exclusivos del conocimiento.» Fragmento del libro: «Mujeres que corren con los lobos»
La mujer renace a su instinto salvaje, a su yo verdadero sin temor a demostrar quién es pero no en contra del otro, sino con ella misma,para ella misma.
Podrá esconderse un tiempo, pero ese tiempo se agota y saldrá con toda su fuerza con toda su estima y su pasión a demostrar que es salvaje por permanecer libre a sus sueños, a su amor y a sus pasiones.