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El también integrante de la Federación Internacional de Ajedrez, Fidel Soto, coadyuva a que los infantes, incluidos los de origen indígena, desarrollen facultades intelectuales y se preparen para la vida adulta.
QUERÉTARO, Qro., 22 de junio de 2015 (Notimex).- A través de la enseñanza del ar nt’enfeni, o ajedrez para principiantes, el maestro Fidel Soto González coadyuva a que los niños queretanos, incluidos los de origen indígena, desarrollen sus facultades intelectuales y aprendan a pensar, como parte de su preparación para la vida adulta.
«De hecho, el ajedrez es una de especie de propedéutico para el trabajo escolar y con la práctica de este juego de mesa de superan muchos problemas en la infancia relacionados con el denominado déficit de atención», explicó.
El maestro queretano, con más de 50 años de enseñar el llamado deporte ciencia e integrante de la Federación Internacional de Ajedrez, abundó que hoy en día los niños tienen serias dificultades para atender y comprender lo que leen o lo que escuchan, no dominan el arte de desarrollar las indicaciones que reciben.
En consecuencia, los niños no podrán dominar algo mas complicado como es la concentración, que es el esfuerzo supremo para poder desarrollar actividades más importantes del mundo intelectual como escribir, razonar, pensar, reflexionar, estudiare todo aquello que se conoce como memoria a largo plazo.
Al respecto, detalló que el aprendizaje del ajedrez permitirá que los niños tengan hábitos de estudio y lectura, así como estimular los dos hemisferios cerebrales: «De hecho, el déficit de atención, siempre y cuando no sea una lesión orgánica, tiene su origen en que alguna de las áreas del cerebro no han sido estimuladas».
Soto González fue más allá al señalar que el déficit de atención alcanza a personas adultas porque en su niñez nunca tuve el estímulo educativo que ofrecen disciplinas como el ajedrez, la música o las matemáticas.
«Lamentablemente en México preferimos juegos de azar, a ver qué sale, y no juegos de responsabilidad como el ajedrez, que además tiene que ver con el arte, la cultura, la ciencia, la formación educativa y el desarrollo de habilidades», enumeró.
Dejó claro que el ajedrez no es la solución a los problemas y deficiencias del sistema educativo, pero sí propone ejercitar a través del juego los procesos intelectuales de niños y jóvenes rumbo a su consolidación como hombres pensantes y que razonarán en su vida profesional .
«El ajedrez ayuda en el futuro a planear mi vida, organizar mis actividades, imaginar situaciones, visualizar cosas, abstraer del mundo muchas situaciones y entender mi entorno político, económico y social», aseguró.
Fidel Soto González es autor del libro «Ajedrez, Una Aventura del Pensamiento», edición bilingüe hñäñho-español, que escribió con la intención de integrar a los niños de las culturas originales asentadas en el estado de Querétaro al mundo del desarrollo del pensamiento.
Recordó que en épocas de la Conquista se dijo que los indígenas no tenían capacidad para razonar y pensar, pero ese fue un argumento para que los conquistadores hicieran saqueos al por mayor, tal como lo consigna la historia.
Sin embargo, dejó claro que los indígenas tienen la misma capacidad de razonamiento de cualquiera grupo humano, por lo que este libro pretende coadyuvar a desarrollar ese coeficiente intelectual natural de los grupos originales.
«No pretendo demostrar lo que está demostrado, todo ser humano es capaz de uso de razón, pero este trabajo con los niños indígenas sirve también para combatir las prácticas de marginación a través de un juego de entendimiento», abundó.
El libro salió a la luz pública hace apenas dos meses, ya se vende en algunos libro locales y el maestro Soto González ahora se da a la tarea de llevarlo a las comunidades indígenas de la entidad.
Recordó que cuando fue director de educación media superior en Tecpan de Galeana, Guerrero, llevó libros, planes de estudio, pupitres y un tablero de ajedrez: «los jóvenes indígenas aprendieron rápido este juego de destreza mental y lo hicieron suyo, por lo que no creo que en Queretaro sea diferente».
Incluso, la práctica del ajedrez puede ayudar a que mejore la calidad el envejecimiento cerebral de los adultos mayores, además de otras aplicaciones que permiten desarrollar el potencial humano a cualquier edad.
La traducción al otomí del libro estuvo a cargo del maestro indígena Evaristo Bernabé Chávez, con el apoyo del holandés Ewald Hekking, quien dio una presentación desde el punto de vista lingüístico.