Celebra Hawái a Wisdom: el albatros más longevo pone huevo a los 74 años
La mujer debido a un “problema obstétrico” perdió al feto, de 21 semanas. La hemorragia la dejó tirada en el cuarto de baño, donde fue descubierta por su suegra y llevada al hospital.
SAN SALVADOR, El Salvador, 23 de mayo de 2016.- Cuatro años ha tardado María Teresa Rivera en ver el final del túnel. En 2012 fue condenada a 40 años de cárcel por un aborto sufrido en casa. La despiadada sentencia, símbolo de la durísima legislación antiabortista en El Salvador, ha sido ahora anulada. El juez, tras un largo proceso de apelación, admite que “hubo debilidades en la autopsia realizada al cadáver” y que se carecían de “elementos probatorios que determinaran que fuera ella la que le quitara a la vida a su hijo”.
Según lo publicado en El País, la liberación de Rivera, de 32 años, supone el fin de una pesadilla que se inició el 24 de noviembre de 2011 en el municipio de Mejicanos. La mujer debido a un “problema obstétrico” perdió al feto, de 21 semanas. La hemorragia la dejó tirada en el cuarto de baño, donde fue descubierta por su suegra y llevada al hospital. Los médicos, a los que también pone en la diana la ley salvadoreña, dieron parte a la policía. Un mecanismo infernal se había puesto en marcha.
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