Itinerario Político
Una ceremonia de danza viene siempre precedida de otra de velación, constituyendo el eje central del ritual conchero.
La Velación representa la energía de la noche, la madre tierra, el principio femenino… En esta parte el Conchero se prepara y purifica para renacer al nuevo día y llevar a cabo la segunda parte, la de la danza que representa el día, la energía solar, el principio masculino.
La Velación es, pues, una ceremonia lunar que se complementa al día siguiente con la Danza, que es la ceremonia solar.
En ella, a lo largo de toda una noche en vela, por medio de cánticos, «entre músicas y flores» como dice una de las alabancitas, se invoca el espíritu de las Almas Liberadas o Maestros del Espíritu de los Cuatro Rumbos y de los antepasados sabios, para revivir la comunión espiritual que limpia, vivifica y renueva.
Tras la invocación y simultáneo encendido de la vela correspondiente a cada uno de ellos, comienza un trabajo con flores: el «tendido».
Con las flores ofrecidas se va trazando en el suelo, sobre una sabanita blanca, dos formas sagradas como manifestación simbólica de las dos fuerzas esenciales que mueven el mundo: la fuerza femenina y masculina.