MÉXICO, DF, 19 de enero de 2015.- Durante la misa que ofreció el Papa Francisco en su último día en Filipinas, una niña de 12 años, que encabezaba el mensaje de recepción, planteó una pregunta que conmovió al pontífice.

«Muchos niños son abandonados por sus padres. Muchos de ellos acaban siendo víctimas y les han pasado cosas malas, como adicción a las drogas o prostitución ¿Por qué Dios permite esto, incluso si los niños no tienen culpa? ¿Por qué sólo unos pocos nos ayudan?» preguntó la niña, Glyzelle Iris Palomar.

Según lo publicado por El Universal, la niña, que encontró refugio en una comunidad eclesiástica, rompió a llorar y no pudo terminar su discurso de bienvenida. El Papa la abrazó y comenzó su propia alocución, más preparada.

«Ella es la única que ha planteado una pregunta para la que no hay respuesta y ni siquiera es capaz de expresarlo con palabras, sino con lágrimas», dijo, visiblemente emocionado.

«¿Por qué sufren los niños?», dijo el argentino en español. Un intérprete traducía su discurso al inglés para las más de 30 mil personas congregadas en los campos de la universidad.

«Invito a cada uno a que se pregunte a sí mismo ¿He aprendido a llorar… cuando veo un niño hambriento, un niño en la calle que se droga, un niño sin casa, un niño abandonado, un niño del que abusan, un niño que la sociedad usa como esclavo?», dijo.

Las Naciones Unidas afirman que 1.2 millones de niños viven en la calle en la ex-colonia española. De acuerdo con la Child Protection Network Fundation, el 35.2% de los niños vivían en la pobreza en 2009, el último año del que existen datos. Cerca de un 33% de los filipinos viven en barrios de chabolas.

El Papa Francisco concluyó el domingo su viaje a Asia con una misa al aire libre en Manila ante una multitud que desafió a la lluvia y que, según el Vaticano y el Gobierno, atrajo hasta siete millones de personas, la mayor cantidad de personas para un evento papal.

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