Libros de ayer y hoy
Las candidaturas.
El día de ayer, 8 de marzo, el PRI proclamó como su candidato al gobierno de Querétaro a Roberto Loyola Vera, un político de carrera vertiginosa; antes de ser secretario de Gobierno de José Calzada Rovirosa, su antecedente inmediato en el ámbito del servicio publico fue ser secretario auxiliar de la Secretaria Particular de aquel lejano gobierno de Enrique Brugos García (1991-1997).
Después de ser por más de dos años secretario de Gobierno, es designado candidato a la presidencia de la capital queretana, desde luego con el total apoyo del Gobernador Calzada, que lo llevó de la mano hasta el día de ayer, convirtiéndose en el candidato del PRI.
Desde 1997 y hasta enero de 2011, el hoy candidato priísta estuvo fuera de toda actividad pública, ejerció la profesión de notario, hasta que, de la nada y en forma muy sorpresiva, el popular gobernante Pepe Calzada lo eleva a las nubes poniéndolo como el secretario más importante del gabinete.
Sin restarle méritos personales a Roberto Loyola Vera, su candidatura se la debe y la tiene empeñada a José Calzada, por más que digan, hablen y griten de que es el hombre idóneo para encabezar el proyecto del PRI para las elecciones de 2015.
Ya sabemos el discurso priísta: “es el hombre que reúne todos lo requisitos para ser Gobernador, él es el mejor priísta par ser candidato, es el político priísta más completo para repetir la victoria, Roberto Loyola es un hombre de una pieza”, y demás frases que acostumbran los priístas cuando ya tienen candidato; le encuentran dones supraterrenales.
Veremos en la contienda electoral el desempeño de Roberto Loyola como candidato, le aseguro que será distinta a la de 2012, donde obtuvo la victoria frente al otrora poderoso Armando Rivera Castillejos. No se olvide que en aquella ocasión la campaña electoral estuvo manchada de difamaciones y publicaciones de la vida privada del candidato panista que perdió.
El 8 de febrero, al interior, del PAN Pancho Domínguez y Marcos Aguilar, así como Mauricio Kuri y Lupe García se registraron como precandidatos al gobierno estatal y a los gobiernos municipales de Querétaro, Corregidora y El Marqués, respectivamente. Hoy en día están firmes en esas candidaturas. Los panistas parecen estar cohesionados sin divisiones internas aparentes; Jorge Lomelí, Alejandro Delgado Oscoy y Germán Borja manifestaron su total apoyo a estas candidaturas.
Por su parte, el PRI ya designó a Manuel Pozo para Querétaro; en El Marqués, Mario Calzada Mercado; y en Corregidora, Javier Ortega. En el papel se ven candidaturas muy débiles y cuestionables, tan es así que ya hubo una fractura en el priísmo, donde Héctor González Flores renunció al PRI y lo acompañó un gran numero de simpatizantes de ese partido para adherirse a la candidatura de Pancho Domínguez.
No puede dejarse de observar que el apellido Calzada estará en las boletas electorales; Teresita Calzada Rovirosa como candidata plurinominal por el Verde y su primo hermano, ex regidor del municipio de El Marqués, Mario Calzada Mercado, hermano del ex presidente estatal del PRI, Miguel Calzada, será el candidato a la presidencia municipal de El Marqués, con una fuerte inversión económica en un parque industrial y un exclusivo fraccionamiento habitacional con polo y ‘country club’; el conflicto de interés se hace presente.
Por otro lado, tanto Pancho Domínguez como Marcos Aguilar en los últimos meses recibieron el embate sin piedad por parte de sus adversarios políticos para impedirles que llegarán al punto del día de hoy. Utilizaron sus enemigos todo lo que tenían a la mano, la prensa escrita, periodistas a sueldo, ‘trolles’ en las redes sociales, voluntades compradas dentro y fuera del PAN para atacarlos y minar la popularidad con la que cuentan.
Prensa, radio, redes sociales, columnistas locales y nacionales han sido utilizados, sin éxito, para ‘bajarlos’ de sus futuras candidaturas al gobierno estatal y municipal.
No hay que olvidar que el PRI, y desde luego de sus candidatos, van a cargar con el desprestigio del Presidente Peña, los escándalos inmobiliarios, el conflicto de interés, que esta más que claro, y localmente, la cancelación del TAV, que han mermado las simpatías al PRI. Promesas incumplidas, como los gobiernos priístas de los setentas y ochentas. La gran crisis de inseguridad que ya invadió a Querétaro, los crímenes de Ayotzinapa y Tlataya; eso afectará al PRI.
Y súmele ahora a la devaluación del peso mexicano, que este fin de semana llegó a niveles históricos de depreciación, casi dieciséis pesos por dólar, tenga por seguro de que esta en ciernes una crisis económica. Alguna vez escribí de que mi generación era de las crisis recurrentes, a fines de cada sexenio de gobiernos priístas, ahora nos está llegando a medio periodo sexenal y no es por mala suerte, es por falta de capacidad de los que dirigen este país.
¿Que tanto afectará en las preferencias del electorado? ¿Será definitorio?. Yo creo que sí.