QUERÉTARO, Qro., 26 de noviembre de 2013.- La diputada federal, Raquel Jiménez se defendió la semana pasada de una supuesta acusación de que pide “diezmo” por hacer gestiones de recursos en la federación, sin que nadie la haya acusado directamente.

“Hay acusaciones que no tienen rostro y que me parece cobarde que se hagan de esa manera”, externó luego de haber mandado un boletín de prensa.

La representante de Querétaro, llegó al cargo por la vía plurinominal; es decir, no hizo campaña para ganar el voto de la ciudadanía de manera directa, y fue beneficiada por las cuotas de partido.

Durante su desempeño, Raquel Jiménez se ha ingresado una dieta mensual de 75 mil 397 pesos; y cada mes cuenta con un apoyo para asistencia legislativa de 45 mil 786 pesos más 28 mil 772, de atención ciudadana, la cual parecería nula en nuestra entidad ya que no cuenta con un distrito en donde atender, al ser plurinominal.

Esto sin contar que este año recibirá por segunda vez su aguinaldo, esta vez completo, por 90 días de salario, como una prestación que se le da a todo trabajador federal y las prestaciones corrientes como son aquellas que tiene por ser diputada, como el seguro de gastos médicos mayores y el seguro de vida.

Sin contar que es secretaria de una comisión legislativa (la de cinematografía), cargo por el cual recibe una cantidad indeterminada, como un apoyo extra por los trabajos que se supone que ahí realiza.

Sólo por dieta de 12 meses y aguinaldo, este año recibirá la cantidad de 1 millón 130 mil 955 pesos. Habrá que sumarle los otros conceptos y dividirlo entre la eficiencia legislativa; es decir, 5 iniciativas en las que ha trabajado, por lo que cada una le ha costado al pueblo más de 200 mil pesos, sólo por este concepto, en promedio.

Jiménez Cerrillo fue diputada local en Querétaro, en donde no dejo tampoco rastro ni huella. Proveniente de León, Guanajuato, se instaló con su esposo en Querétaro por ahí del año 2000, contratada en Corregidora como Directora de Relaciones Públicas, tras haber sido diputada local suplente en Guanajuato.

De ahí, se promovió como diputada local en Querétaro y posteriormente, cuando ella no ha tenido empleo, ha sido a su esposo, Arsenio Bañuelos a quien ha colocado en cargos de comunicación social, quien trabajó para el gobernador Francisco Garrido como subcoordinador de prensa y posteriormente como Coordinador de Comunicación Social en el Ayuntamiento de Querétaro, con los ex alcaldes Manuel González Valle y Francisco Domínguez Servién, a quien le llevó campaña (sin dar la cara como tal, más que para los panistas), a la vez que era coordinador con González Valle.