Itinerario Político
El trabajo se basa en la hipótesis de que el cerebro humano tiene dos campos opuestos en constante tensión
MÉXICO, 26 de marzo 2016.- El conflicto entre ciencia y religión se remonta a hace cientos de años e incluso es un debate que, aunque ya no con tanta intensidad como hace siglos, sigue estando presente en nuestros días.
Durante estas fechas en las que los cristianos conmemoran el milagro de la resurrección de Jesucristo no resulta extraño que este antiguo enfrentamiento vuelva a ponerse de manifiesto. Y es que, según indica un nuevo estudio, el origen de este conflicto puede estar en la propia estructura de nuestros cerebros.
Hay numerosos trabajos publicados que afirman que existen regiones del cerebro responsables del pensamiento moral o ético que se «apagan» cuando se aplica el pensamiento científico, reporta El Mundo.
Esta es la cuestión a raíz de la cual ha surgido un nuevo estudio de la Case Western University y Babson College (EEUU), publicado en la revista PLOS ONE, cuyos resultados determinan que hay dos mecanismos cerebrales: uno relacionado con la empatía (la percepción social y emocional) y otro para el pensamiento analítico (en el que se incluye el conocimiento del mundo físico).
Tony Jack, el investigador principal de este trabajo, explica que además estos dos mecanismos entran en conflicto o, mejor dicho, «se suprimen el uno al otro». Parece ser que al creer en un ente superior o espiritual las personas suprimen las redes cerebrales utilizadas en el pensamiento analítico y emplean la red empática.
Cuando se utiliza el pensamiento analítico para analizar el mundo físico, sucede lo contrario.
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