Detienen en Salamanca a hombre con arma de asalto y equipo táctico
QUERÉTARO, Qro., 31 de marzo de 2014.- El secretario particular del municipio de Corregidora, Claudio Sinecio Flores, informó que este lunes intentaron asaltarlo al salir de un banco ubicado en avenida Constituyentes; esto tras identificar un método que utilizan los delincuentes a las afueras de las instituciones bancarias.
A través de su perfil de facebook, Sinecio Flores informó que cerca de las 15 horas de este lunes, acudió a un banco ubicado en avenida Constituyentes, entre las calles de Ezequiel Montes e Ignacio Pérez; al salir notó que tenía una llanta ponchada.
El funcionario del municipio de Corregidora sospechó que podría tratarse de un método de robo del cual había escuchado anteriormente, por lo que esperó a encontrar un sitio seguro para realizar el cambio de la llanta.
“Continué mi recorrido con la llanta ponchada hasta llegar a un lugar seguro para poder cambiarla. Esto porque había escuchado que es justamente una táctica usada por la delincuencia para cuando te paras a revisar la llanta o cambiarla asaltarte”, escribió.
Tras el percance asistió a una vulcanizadora y el hombre que lo atención sacó un objeto, el cual habría provocado la ponchadora.
“El señor que me atendió al sacar el objeto que provocó la ponchadura me preguntó: ‘Oiga, de casualidad usted no acudió a un banco’ a lo que respondí que sí, diciéndome que es así justamente como están asaltando saliendo de los bancos”.
Fue a través de una publicación en su perfil de Facebook que platicó la anécdota, esto con la intención de hacer un llamado a la ciudadanía para que tome sus precauciones ante este tipo de hechos sospechosos.
“Les comparto esta anécdota para que tomen sus precauciones y piensen que si salen del banco y detectan una llanta ponchada de su vehículo, no es causalidad, es mejor que sigan su marcha con la llanta ponchada, hasta que puedan llegar a un lugar seguro para poder cambiarla”
El texto fue acompaña de una imagen del objeto que fue sacado de la llanta, la cual, a decir del funcionario, parecía una aguja para inyectar, pero del tamaño de un clavo, “es decir, hueco por dentro, lo que hace que se salga todo el aire de la llanta a los pocos metros”