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Según el sociólogo Omar Árcega, las dependencias de Gobierno muchas veces desconocen de la metodología para la aplicación de proyectos sociales, lo que desemboca en el fracaso de los mismos.
QUERÉTARO, Qro., 19 de septiembre de 2015.- Omar Árcega, maestro en Ciencias Sociales con especialidad en estudios políticos y académico de la Universidad Autónoma de Querétaro (UAQ), refiere que una de las fallas primordiales en la aplicación de proyectos de desarrollo social en la entidad es carecer de indicadores que evidencien su efectividad.
“Un gobierno transparente debería de decir, este es el problema y estos son los indicadores que van a demostrar que mi problema estará bajando, eso es un gobierno transparente y está muy lejos de lo que nosotros podemos ver en las páginas de transparencia actuales”, comenta Omar Árcega.
Esto luego de que algunas dependencias del municipio reflejaran la falta de herramientas de medición que tienen al aplicar programas de desarrollo, entre ellas, la Dirección de Ecología con sus programas de educación en el medio ambiente y el Instituto Municipal de la Cultura con la aplicación de proyectos de reconstrucción de tejido social. En este último los únicos indicadores que usan son los testimonios de los padres de familia que refieren una mejora en el rendimiento escolar de sus hijos, luego de acudir a las actividades preparadas por los responsables del proyecto.
Según la opinión del académico es que se tiene un desconocimiento generalizado de las acciones que deben de tomarse ante una problemática social.
“Ellos reciben un puesto y creen que automáticamente tienen el conocimiento, o se confían de las directrices que vienen desde los organismos federales (…) pero realmente no hay una capacitación, entonces ni siquiera se imaginan que pueda haber diagnósticos que revelen la problemática en su totalidad”, dice el sociólogo.
Una solución al problema, según Árcega, es la vinculación del ejercicio político a la academia para que le proporcione los datos necesarios para llevar a cabo los planes de desarrollo que realmente serán aprovechados por la sociedad. Otra solución, es la conformación de observatorios ciudadanos en los que estén presentes expertos que puedan dar una lectura certera del ejercicio público.