Libros de ayer y hoy
Cuando se realiza un proyecto para atacar un problema que afecta a una sociedad, debe haber un trabajo en conjunto. En el caso de Red Q, el esfuerzo comienza con las autoridades que fueron quienes lo crearon, los concesionarios, sus empleados y por supuesto los usuarios.
El día 26 de agosto se presentó un grave conflicto que afectó a miles de usuarios, en algunos casos por llegar tarde a su lugar de trabajo y en otros por desplazarse en taxi, que por cierto hicieron su agosto cobrando tarifas más altas de lo establecido
En primer lugar nos encontramos con la gran inconformidad de los operadores ante el nuevo esquema de trabajo, y decidieron no asistir a sus labores dejando sin servicio a los usuarios. Hoy se les ofrece un salario fijo, con prestaciones de ley y un horario. Sin embargo todo indica que al momento de su contratación, no se les explicaron claramente las condiciones de su contrato laboral.
Señores, el acceso a la seguridad social, el acceso a un fondo de retiro y a INFONAVIT tiene un costo, somos miles de empleados que para ser beneficiarios de estas prestaciones hacemos los pagos correspondientes que nos descuentan de nuestros salarios.
Por otro lado, se presentó el problema del cambio de rutas, que de igual manera afectó a la gente, ya que son muchos los casos que se presentaron, de pasajeros que tomaban una para ir a su lugar de actividad y con este rediseño hoy tienen que pagar dos camiones.
Señores, seguramente realizaron una investigación de campo para el diseño de las nuevas rutas, pero ¿Lo hicieron en las horas y zonas más conflictivas? Me parece que faltó mucho por sondear.
Y por último los usuarios. Como ciudadanos tenemos la obligación de informarnos, saber lo que pasa en nuestro entorno. ¿Cómo es posible que se ha publicitado en todos los medios de comunicación el nuevo proyecto de transporte no nos hayamos tomado el trabajo de investigar días antes como iba a operar? Para muchos fue una sorpresa llegar a la parada del camión y encontrarse con que ya no existe su ruta.
Recordemos que la ignorancia es la mayor debilidad que tenemos y nos ha traído graves consecuencias.
Por muchos años el transporte ha sido uno de los mayores problemas de nuestro estado, hoy se está trabajando en ello, y como todo cambio genera conflictos.
¿Qué pasaría si autoridades, concesionarios, operadores y usuarios hacemos lo que a cada uno nos corresponde? ¿No sería menos complicado y llegaríamos más rápido al objetivo?