QUERÉTARO, Qro., 26 de septiembre de 2014.- Gallos Blancos y Diablos Rojos disputaron un alegre y dinámico partido la noche de este viernes en el estadio La Corregidora y empataron a uno en duelo correspondiente a la jornada 10 del Apertura 2014 de la Liga MX.


Pablo Velázquez abrió el marcador al 14′ y Camilo Sanvezzo emparejó los cartones al 45’+2.


Con este resultado, Querétaro llegó a 17 puntos y se mantendrá en zona de liguilla. El martes visitará a Atlas por la undécima fecha.


Fueron los locales los que en primera instancia apostaron por el ataque, pero volviendo a carecer de precisión en el último toque.


Toluca, por su parte, aprovechó la única que tuvo en la primera mitad. Un disparo de larga distancia de Benítez, gracias al bote fue apenas atajado por Hernández, que mandó la pelota a córner.


Lobos lo cobró y lo puso en el punto penal, donde Velázquez se anticipó a la marca de Corona y sacó un testarazo pegado al segundo poste que venció al portero, que se lanzó tarde.


Con el correr de los minutos, Gallos Blancos pudo meter en su propio terreno a la visita, aunque con poca claridad. Salvo un par de tiros libres en los que Ronaldinho estuvo cerca de sorprender a Talavera.


Una jugada clave se dio en la media cancha, donde a un par de metros del árbitro, que vio de frente la jugada, Velázquez le dio un rodillazo en la cabeza a Osuna, pero el silbante no se atrevió expulsar al paraguayo y sólo le mostró la tarjeta amarilla.


Cuando el primer tiempo agonizaba, el árbitro compensó a los locales al sancionar como penal un recargón de Da Silva sobre Sanvezzo, que ocurrió fuera del área.


Y cuando todos pensaba que Ronaldinho cobraría, Camilo se adueñó de la pelota y engañó con derechazo cruzado a Talara para marcar su séptimo gol de la campaña.


En el complemento Toluca buscó retomar la ventaja, pero Querétaro no se echó atrás y mantuvo ocupado al cuadro bajo de los Diablos con algunas llegadas.


Ambos estrategas terminaron haciendo relevos para refrescar a sus oncenas, pero las propuestas se mantuvieron. El marcador no se movió más.