Itinerario Político
CIUDAD DE MÉXICO.- Facebook manipuló las emociones de sus usuarios a través de las publicaciones que éstos veían en su muro como parte de un experimento psicológico que tenía como finalidad estudiar si las emociones pueden ser contagiadas.
Así, junto con investigadores de la Universidad de Cornell y la Universidad de California, añadieron o eliminaron del flujo de noticias de los usuarios publicaciones con un contenido emocional positivo para ver si eso los hacía más felices o los deprimía.
La investigación encontró que cuando se reducía el número de publicaciones positivas, los usuarios compartían más cosas negativas y en general su estado de ánimo era más depresivo. Mientras que más publicaciones positivas tenían el efecto contrario.
«Los estados emocionales se pueden transferir a otros a través de contagios, lo que lleva a las personas a experimentar las mismas emociones sin saberlo», concluyen los investigadores.
Las críticas al experimento se han centrado en que Facebook no avisó a más de 689,000 usuarios que eran parte de este experimento. Sin embargo, la compañía dijo que los términos y condiciones de uso de la red social dicen que los usuarios aceptan ser parte de estudios como este, reportan agencias internacionales.
Asimismo, Adam Kramer, uno de los empleados de Facebook que ayudó en el en experimento, dijo que éste tenía como finalidad analizar el impacto que publicaciones positivas tenían sobre los usuarios, ya que sospechaban que un gran número de este tipo de contenidos hacían que otros se sintieran mal al compararse con sus amigos. Además, la empresa estaba preocupada por si esta conducta podría llevar a un menor uso de la plataforma.
Además, agregó que el experimento afectó a sólo 0.04% de los usuarios durante una semana en 2012.
Pese a la aclaración, usuarios no cambiaron su postura sobre el descontento que les causó, al decir que la manipulación emocional sea cual sea el objetivo sigue siendo manipulación emocional.
Incluso, Susan Fiske, quien fungió como editora de la investigación para su publicación en el Proceedings of the National Academy of Sciences of America, tuvo dudas sobre la ética del trabajo. Habitualmente las investigaciones académicas de este tipo requieren que los sujetos participantes den su aprobación a participar; sin embargo, al no ser Facebook una institución académica, no tenía la obligación de apegarse a estos lineamientos.
Sin embargo, no está segura de si Facebook cruzó la línea en el campo ético, pero consideró que la publicación no merecía ser desperdiciada.
Por su parte, autoridades en Gran Bretaña han mostrado su preocupación por esta práctica, ya que podría ser usada para manipular a las personas en el campo político. Mientras que otros han pedido que se lleve este caso a los tribunales.